Remake (casi fotocopia) del original "Pinocho" de Walt Disney, facturado pensando más en renovar los derechos de copyright que no en ofrecer algo realmente potente. Ciertamente no es el horror leído por la critica que se cebó con ella, incluso creo que está rodado con solvencia por Robert Zemeckis, pero también muestra una total falta de garra y poco interés en aportar nada nuevo, ni siquiera una visión algo personal o diferente del film de 1940 dirigido por Ben Sharpsteen y Hamilton Luske. Eso hace que como remake quede en un producto extraño, insuficiente , que podrá gustar -sin entusiasmar- a los que desconozcan el original, pero que poco suma más allá de añadir elementos inclusivos ridículos (esa Italia con habitantes de raza negra) e incluso evocar de nuevo en su banda sonora los temas clásicos de la obra original
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