De primerísima mano. Niño pijo criado en familia bien en Virginia, en los Hamptons. Parte ingeniero, madre directora de instituto. Ingresos de seis cifras anuales. Casoplón de película, high school ultra pijo católico que cuesta al mes más de la totalidad de mis ingresos. Hermanas en universidades privadas. El, con plaza en Nueva York, en unas de las más prestigiosas.
Pues se pasa el día lloriqueando por lo oprimido que está porque su tono de piel es tirando a café con leche (madre de origen puertoriqueño, padre de origen mexicano).
Dan ganas de cogerlo por las solapas y correrlo a ostias.