Pixa
Sir.
Ingredientes (para un roscón mediano y dos pequeños):
- 700 gramos de harina de trigo especial para repostería.
- 50 gramos de levadura fresca (Un paquetito de dos de los que venden en el Mercadona).
- 250 ml de leche entera.
- 150 gramos de mantequilla en punto de pomada. (Estado semisólido que se consigue calentando al baño maría y removiendo bien, o calentando un poquito la mantequilla al microondas hasta que la mitad se vuelva líquida, y trabajándola bien con un tenedor).
- 2 yemas de huevo.
- 2 huevos enteros.
- La ralladura de dos naranjas.
- 3 cucharadas de Ron Añejo.
- 2 cucharaditas pequeñas de aroma de Azahar. (Se encuentra en grandes superficies como el Alcampo).
- Media cucharadita de sal fina.
- Lo que se nos ocurra para decorar. (Yo he utilizado almendras fileteadas, almendras picadas, guindas rojas y trocitos de fruta escarchada).
Preparación.
En primer lugar, se tiene que disolver la levadura en leche tibia, teniendo cuidado de que no esté demasiado caliente. Yo lo he disuelto con los dedos. Hay que trabajarla bien para que no se quede ningún grupo extraño. Se debe dejar reposar quince minutos para que las levaduras se activen.
He tamizado 650 gramos de la harina en un bol, y he reservado los otros cincuenta gramos para amasar la harina posteriormente. En ese bol he preparado una especie de volcán con la harina, y he puesto en el centro la ralladura de naranja, el azúcar y la leche con la levadura. He empezado a mezclarlo todo con las manos del centro hacia fuera, incorporando paulatinamente la harina del exterior al interior. No os asusteis, que se forma una papilla pringosa… cuanto mas pegajosa, mejor.
Ahora, con la papilla pringosa preparada, añadimos el ron, la sal, las dos yemas de huevo y la mantequilla al punto de pomada y seguimos mezclándolo todo bien.
Ahora preparamos la mesa para la parte mas divertida: Amasar. Para ello cogemos la harina que teníamos reservada y la espolvoreamos por la zona donde vamos a “trabajar” y nos ponemos a ello. Tiene que quedar en un punto pringoso de tal forma que por fuera no pringue pero por dentro si.
A continuación preparé tres bolas con la masa, una el doble de grande que las otras dos y las metí en un cacharro cada una, tapando con un film de plástico.
En un par de horas junto a la chimenea, la masa ha cogido el doble de su volumen.
Cuando ha cogido el volumen adecuado, cogemos cada bola y vamos a convertirla en lo que viene a ser una elipse, mas conocida en estos lares como Roscón. Para ello vamos a amasar primero cada bola, para que pierda todo el aire, y después la aplanamos, y hacemos un agujero en el centro, para estirarlo e ir dando forma.
Una vez tenemos algo parecido a un roscón, teniendo en cuenta que doblará su tamaño, lo colocamos sobre la bandeja del horno sobre papel de hornear. Esto lo hacemos para cada “bola”, como es obvio.
Los tapamos con papel de hornear y dejamos que crezcan junto a la estufa durante aproximadamente una hora, hasta que doblen su tamaño.
Cuando hayan crecido lo suficiente, retiramos el papel de hornear, lo pintamos con los huevos batidos, y finalmente decoramos a nuestro gusto. (Yo he utilizado almendras picadas, almendras laminadas, cerezas y daditos de frutas deshidratadas).
Una vez decorado, lo metemos al horno, previamente precalentado, a 160º durante 25 minutos. (Hasta que se dore bien la parte de arriba). Lo sacamos del horno y, si queremos rellenarlo de nata, lo dejaremos que se enfríe bien antes de cortarlo para que no se nos rompa… y si no a comer.