- The Princess Bride (La princesa prometida, 1987)
Enésima vez que la veo, primera desde que tengo mayor uso de razón. La experiencia ha sido dulzagria (
): la primera hora me sigue pareciendo un delicioso homenaje a las historietas de aventuras y "amor verdadero" donde vestuario, decorados, música y fotografía aportan con su cutreza, más o menos intencionada, a la condición de cuento sin complejos. El guión tiene aciertos extraordinarios (el arranque del cuento, el encuentro entre Montoya y Westley) mientras que los actores y Reiner hacen lo mínimo que pueden para no estropearlo (ciertamente, Dussander, este último no consigue nada reseñable por cuenta propia en toda la película).
Pero llegan los pasadizos en los árboles, llega Billy Crystal, y se invierte la cosa. Ahora es Goldman (o Reiner) el que se pone más serio en los momentos dramáticos y más tonto en los cómicos, y ni emociona ni hace gracia. Quedan para mi recuerdo el personaje de Íñigo Montoya y la belleza de Robin Wright, y para mi agenda leerme el libro, que tiene una pinta estupenda.