Tozzi dijo:
A mi me satisfacen, y siempre habrá gente (y con internet, mas) que no quedará satisfecha con nada que le digas, porque como comentaba Insidius tienen mucho tiempo libre.
Sí, debe ser eso...
El Semanal Digital
¿QUÉ ESTALLÓ EN LOS TRENES?
Imprevisible giro al 11-M si el perito Antonio Iglesias tiene razón
Carmelo López-Arias
El informe del perito Antonio Iglesias es de tal importancia que justificaba su publicación en forma de libro, para ponerlo al alcance del gran público. Es cierto que sólo un especialista puede valorarlo, pero es un documento valiosísimo que algún día puede abrir definitivamente la caja de sorpresas del 11-M y será bueno tener a mano.
La conclusión de su estudio es tajante y da nombre al volumen:
Titadyn. En al menos uno de los focos (el número 3 de El Pozo), el que mejor ha podido investigarse, fue ése el explosivo utilizado, y no la Goma 2 ECO procedente de Mina Conchita. No es que Iglesias haya realizado nuevas pruebas, algo procesalmente ya imposible -al menos por ahora-, pero sí ha estudiado con detenimiento los datos de la pericia ordenada por Javier Gómez Bermúdez, atribuyendo la presencia de componentes de forma que resulta obligada esa identificación.
El excepcional currículum profesional del autor como químico con experiencia forense, y la publicidad que ha dado a este trabajo, que le llevó más de un año, ofrecen suficientes garantías de solvencia científica, aunque lo deseable sería que fuesen contrastadas en sede judicial, esto es, reabriendo la causa. El análisis está estructurado en siete capítulos con fuerte apoyatura gráfica, más un glosario y una cronología que puede guiar a quienes no han seguido al detalle la historia del atentado. Con toda esa ayuda, el no especialista seguirá sin poder emitir un juicio propio sobre las afirmaciones del autor, como es lógico, pero sí comprenderlas, y comprender su trascendencia.
Iglesias, que intervino como experto independiente designado por la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, denuncia además "irregularidades" durante la prueba pericial, empezando por las trabas que encontraron algunos peritos para hacer oír su voz disidente en cuanto a qué material específico había asesinado a 192 personas.
Casimiro García-Abadillo, en la extensa introducción que precede al informe de Iglesias, se encarga de detallar todas esas "cosas raras" que han envuelto desde el principio la investigación sobre el arma del crimen. Esas páginas dejan en el cuerpo la misma sensación de vacío en el estómago que mencionábamos tras leer
La cuarta trama, de José María de Pablo: una inquietud mezcla de indignación y temor ante la posibilidad de que un día se demuestren las hipótesis más lúgubres sobre el origen y/o encubrimiento de la matanza.
Eso sí, no hay que ser un peligroso conspiranoico para recibir el informe de Antonio Iglesias con estupor. Incluso el más crédulo seguidor de la versión oficial tiene que admitir que, si el perito tiene razón y estalló Titadyn (o si estalló
también Titadyn), hay asesinos sueltos que no tienen nada que ver ni con los
asturianos, ni con los
moritos de Lavapiés, ni con los islamistas de Leganés, las tres tramas trufadas de confidentes policiales que, según la sentencia, organizaron el 11-M.
Pero Iglesias plantea en su informe otro hecho, de gravedad incalculable: en su opinión (y tengamos en cuenta lo que se juega al decir esto), a la luz de su composición y granulometría, las muestras de explosivo que aparecieron en la furgoneta Kangoo –y que los perros adiestrados no habían detectado en la inspección ocular de la furgoneta en Alcalá- proceden del mismo cartucho que la muestra patrón de Goma 2 ECO utilizada por la Policía para identificarlo. Si esto es así, las sospechas de que alguien estaba intentando orientar la investigación hacia la Goma 2 ECO se disparan. A partir de ahí, las interpretaciones son libres.
Algún día, probablemente no muy lejano, las incógnitas principales que rodean el 11-M se despejarán en sus términos esenciales. Mientras tanto, resulta evidente que los denominados "poderes del Estado" no van a mover un dedo para ello si no se les empuja: se encuentran cómodos habiendo pasado página, a pesar de que a las víctimas no se les haya hecho justicia. Este libro es un poderoso "empujador", y Antonio Iglesias merece gratitud y reconocimiento por la tarea realizada y sus esfuerzos en difundirla.
Run-Run dijo:
Eso de que no se sabe que tipo de explosivo se uso, es algo contrastado o es algo que afirma la brunete mediatica?
El excepcional currículum profesional del autor como químico con experiencia forense, y la publicidad que ha dado a este trabajo, que le llevó más de un año, ofrecen suficientes garantías de solvencia científica, aunque lo deseable sería que fuesen contrastadas en sede judicial, esto es, reabriendo la causa.