Tardes de soledad (Albert Serra)

nogales

Miembro habitual
Mensajes
24.294
Reacciones
5.115
Ubicación
Valladolid
Tardes_de_soledad-334787269-large.jpg



Una conquista ineludible.

No soy taurino ni he ido en mi vida a una corrida de toros, pero esto son palabras mayores. Serra es un cineasta impresionante. Es un hallazgo insólito e inaudito en las cinematografías mundiales este Tardes de soledad. Una verdadera experiencia mas allá de prejuicios y folklore .
Ni a favor de unos ni de otros, esto va de ser testigos de un modo de vida y de un evento en pleno cisma, y ahí , en en el sentido de aurora de algo que se va a perder y que se siente a través de sus imágenes, es donde más conmueve. De todos los valores que ello conlleva. De un modo de vida en forma de sacrificio ( rutinario!) constante. Y de cómo el cine puede asistir a dar luz a un mundo en penumbra, de alumbrar la belleza y de mostrarnos toda la brutalidad que trae consigo.

Ademas es de una de las películas que mejor ha trabajado el digital, con un increíble resultado en su potencia cromática, en sus texturas, en su conquista de nuevos logros en el lenguaje cinematográfico.

Es muy emocionante asistir a algo así, un cineasta rendido a algo así, tan radical . Te deja la impresión de haber asistido a otro mundo.

Cruda y sentida, Serra sitúa la cámara tan cerca que la sientes como el torero a su toro. Lo del sonido es para ponerse de pie a aplaudir.
 
Última edición:
Me compré un pack de Serra y aún no me he atrevido... Siempre me ha tirado para atrás el personaje (aunque mi primo lo conoce personalmente y me dijo que es bastante más normal de lo que aparenta en sus apariciones), tengo curiosidad, también quiero ver " Pacification" que tuvo críticas espléndidas
 
Cruda y sentida, Serra sitúa la cámara tan cerca que la sientes como el torero a su toro. Lo del sonido es para ponerse de pie a aplaudir.

curiosamente, en una entrevista le oi decir que igual lo del sonido le habia quedado un poco demasiao para un docu... y fantaseaba con haberla rodado MUDA (como siempre con el personaje, no sabes donde empieza la realidad y acaba la boutade)
 
jaja. También hay un poco de recogida de cable de Serra a la hora de elegir este proyecto después de rajar del cine español de lo lindo ( llegó a decir que la peor mierda de Cannes era mejor que todo el cine español junto ) . Es su primera película en castellano, ¿no?

con esto quiero decir que el personaje ( un tanto sobrepasado ) es una cosa y él como director enfoncando su carrera, otra.
 
A mi nunca me ha llamado....hasta aquí.

El no me cae mal pero las sinopsis de sus películas me tiran para atrás.

No me acostumbran a gustar ni los documentales ni los toros pero las imágenes que he visto me han dejado embobado.
 
Me compré un pack de Serra y aún no me he atrevido... Siempre me ha tirado para atrás el personaje (aunque mi primo lo conoce personalmente y me dijo que es bastante más normal de lo que aparenta en sus apariciones), tengo curiosidad, también quiero ver " Pacification" que tuvo críticas espléndidas
A un tipo que dice de sí mismo ser el mejor director de cine del mundo, no puedes tomarlo demasiado en serio. De "Pacification", no entiendo tanto entusiasmo, la verdad. Tengo pendiente "La muerte de Luis XIV", que tuvo gran éxito de público y crítica en Francia, donde parece que Serra tiene más admiradores que aquí.
 
A mí ésta me atrae mucho (soy antitaurino, pero eso da igual), pero las tres que me he acercado de él me han parecido espantosas y muy hinchadas escondiendo vacío.
 

Es el mejor montador del mundo.
Cierto, me ha traicionado la memoria, gracias. Y el único que hace cine de autor bueno y honesto en España.
 

“Tardes de Soledad” es, probablemente, la mejor película que se ha rodado hasta hoy con el fondo de la tauromaquia. No es un filme descriptivo como las clásicas «Tarde de toros» de Ladislao Vajda o “Torero” de Carlos Velo, grandes películas con la tauromaquia al fondo, no es hagiográfica ni definidora, ni trata de explicar la vida o las circunstancias del torero que se anuncia en los carteles como «Roca Rey», porque el director no está tanto interesado en explicarnos al torero como en arrastrar al espectador a los orígenes del rito táurico, sin preocuparse de lo que la Ilustración y los reglamentos hicieron de él. (...)
Serra plantea en su filme lo más interesante de la simbología taurina, lo que atañe a lo más profundo, lo que nos arrastra a los orígenes (...) aquí sólo están el bruto que embiste (y a veces coge) y la muleta manejada por un hombre que trata de frenar esa acometida, y esa relación queda retratada en planos deliberadamente cortos, cercanos, parciales, casi impresionistas en los que hay una amalgama visual que se sustancia en el vigor, el empuje, del animal y en la decisión firme del humano.(...)
No es extraño que este filme haya caído tan mal en los círculos de lo que llamamos «el taurineo», porque las descarnadas imágenes que componen el filme de Albert Serra contrastan de manera poderosísima con la visión de la tauromaquia que se pretende imponer desde, prácticamente, el último siglo. (...)
Serra, a diferencia de Goya que se esmera en retratar los feroces caracteres del público que asiste a la corrida, desecha ese elemento que solamente se percibe en el filme como sonido en segundo plano, a veces silbos, a veces loas, a veces palmas, pero el cineasta no está interesado en la presencia de ese feroz componente de la corrida de toros, porque a él le basta la presencia del animal, y eso lo hace de manera espléndida subrayando en muchos momentos la respiración del toro. Eso está presente justamente desde el inicio del filme donde filma a dos toros, uno de ellos podría ser uno de los Toros de Costich, que se hallan en el campo, en la noche, oyéndose de manera persistente su jadeo. Y de igual manera que el realizador no tiene interés alguno en el público, tampoco tiene interés en hurtar a la mirada del espectador la sangre, la del toro y la del torero, sin regodeo alguno, o la muerte tomada de una forma natural, lo cual compone acaso la parte más subversiva de la película. (...)
Que alguien haya sido capaz de filmar una película alrededor de la tauromaquia en pleno siglo XXI y que no haya puesto a un torero en pelotas dando mantazos a una becerra a la luz de la luna, en la desdichada imagen que concibió Chaves Nogales a mayor gloria de Juan Belmonte es, en sí mismo, un pecado de leso taurinismo que cualquier opinador de la cosa táurica que se precie no va a pasar por alto. El filme será más combatido, sin duda alguna, desde las filas del mundo taurino que desde el antitaurino, al que estas «Tardes de Soledad» dejarán completamente atónitos
 

Esta tal vez vaya en la misma línea.
 
Arriba Pie