Bueno, pues ayer estuve en el Palau de la Música de Barcelona para asistir a uno de esos conciertos que recordaré toda mi vida: Divine Comedy lo bordó en un marco que le iba al pelo. Neil estuvo sembrado, simpático, ganándose al público a cada canción, con un setlist muy equilibrado, con un sonido nítido y fantástico y un FINALAZO APOTEÓSICO. He disfrutado muchísimo!!!