"The Knick", miniserie de Steven Soderbergh (Cinemax)

Ya me he puesto a revisar la serie desde el principio en BD. Visto el primer capítulo, totalmente magistral. El impacto de la muy explícita primera operación, con esa tremenda crudeza y asepsia, lo firmaría el tito Cronenberg. Y después no decae, ya entrando en la presentación de interesantísimos personajes, desde el nuevo médico negro sobre el que cae el racismo arraigado hasta la joven enfermera tenaz, el camillero de ambulancia rudo y brutote, el inspector de sanidad corrupto o la monja que fuma. Por encima de todos, un Clive Owen sublime (voz, presencia, botines blancos, bigotillo) entregado al vicio pero genial en su labor médica. Y Soderbergh en estado de gracia, buscando el ángulo de cámara, la ubicación y el movimiento que doten de expresividad a la imagen, entre la estilización y el ánimo de realismo. A su vera, Cliff DIOS Martínez... con una música anacrónica que casa extrañamente. Y todo mola a un nivel delicioso. Lengua colgando. Y hasta algo de inquietud, porque es una serie agresiva tanto en lo formal como en lo temático, decidida a penetrar en la sordidez y a hacerlo con dos pelotas.
 
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Es que la música queda brutal. Creo que lo puse más arriba. Sombreros de copa, caballos, carruajes con esa musica electro-cósmica da para tesis doctoral. Que cojones.
 
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Segundo capítulo.

La VOZ ATERCIOPELADA de la señorita Cornelia Robertson (Juliet Rylance) es música para mis oídos.

El tema de la electricidad, con su problemática, es divertidísimo (el accidente mortal en la sala de operaciones) y visualmente fascinante (esos planos oscuros con iluminación de bombilla).

El doctor negro, Algernon Edwards, es un personaje tremendo. Formal, educado, valiente y echaopalante. Su porte elegante, su fortaleza, hacen de él un tipo hecho a sí mismo. Y que hasta reparte puñetazos entre los de su raza si es menester.

El recital de recursos de Soderbergh es de aúpa entre la cámara fija y la cámara al hombro, situándola aquí o situándola allá, componiendo planos "normales" o ligeramente inestables. Su dirección le da un dinamismo especial a la puesta en escena, y así cualquier escena de diálogo, de no acción, se convierte en algo en (casi) permanente movimiento. Únele el acompañamiento de Cliff Martínez, casi siempre en segundo plano, y a disfrutar del festín.
 
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Tercer y cuarto capítulos.

El doctor negro ON FIRE. Esas operaciones clandestinas en un subterráneo "fichando" para su equipo a una pobre lavandera sólo porque sabe coser con hilo... Ese momento en el que se queda callado, tensando la cuerda, en medio de una operación, negándose a seguir indicando a otro doctor qué hacer a continuación...

Esa mujer SIN nariz.

Ese comienzo del cuarto con las ratas.

Ese final del cuarto con el bruto de la ambulancia (personaje ya con matices interesantes, como casi todos) y la monja en el cementerio.

PD: Dussander, ESTO hay que verlo.
 
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Quinto capítulo.

Magistral de nuevo. Ese FINALACO con la escena de tensión sexual no resuelta, de seducción, entre Thackery y la enfermera ("Then let me teach you") con bicicleta de por medio es una maravilla.

 
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La acabo de empezar y he visto la cesárea. Creo que me he enganchado.
 
Sexto capítulo. Redondo de principio a fin. Guión, dirección, música... Electrizante.

Comienzo magistral (Thackery encocado con las prostis en la clínica para experimentar, junto al apocado Bertie, con las vaginas de las muchachas) y final magistral (la señorita Robertson en una escena -"Start calling me dad"- altamente inquietante con musiquilla terrorífica de Cliff Martínez). Cómo estoy gozando, mon dieu...
 
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El séptimo capítulo es una obra maestra. La muerte de un poli a manos de un negro desencadena una psicosis colectiva (incluyendo a los polis) a la caza de los negros. El personal de The Knick se enfrenta a la oleada asesina, que irrumpe en el hospital para ejecutar la matanza. 40 minutos de pura adrenalina y un final con dos romances tratados con sensibilidad y un tempo maravilloso.

El octavo capítulo también es muy grande al centrarse en el Dr. Thackery cuesta abajo y sin frenos, presa de su adicción o, mejor dicho, del síndrome de abstinencia al empezar a escasear el suministro de coca. Mucho mal rollo. Soderbergh transmite una incomodidad brutal y Clive Owen está inmenso en su escalada paranoica. Y las andanzas por el prostíbulo chino/fumadero de opio parecen sacadas de los pesadillescos pasillos escarlatas de Only God Forgives.

Glorioso todo.
 
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Capítulos noveno y décimo.

Esto es el infierno, señores. Qué manera tan brutal de hundir a los personajes en la mierda. Son dos capítulos prácticamente de cine de terror. Muy terribles, muy desoladores. Todos, sin excepción, tienen su lado oscuro, sus pecados, sus fantasmas, sus debilidades... Evolución de personajes y desenmascaramiento de los mismos mediante un rigor y una falta de concesiones descomunal. La progresión dramática hacia lo trágico es explosiva. Una bomba. Dinamita cualquier conato de felicidad. Y ese puñetero plano final, que es otro golpe en el estómago...

Y el lucimiento técnico-artístico de esta serie es de aplaudir con las orejas. Menudo despliegue de recursos y, ojo, de tensión narrativa. Los últimos cuatro capítulos son un non-stop extenuante, un torbellino narrado y montado por un genio que directamente te arrolla y te aplasta. Me declaro adicto: menos mal que la segunda temporada ya llega de manera inminente. Yo no sé a qué niveles de horror será posible llegar...

No sé cómo es posible que este hilo no tenga al menos 20 páginas.

Dios mío. No ver esta serie debería estar penado con cárcel.
 
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Renn, cabrón, quiero ser tú en otra vida. Con mi gran rabo, pero tú. Qué de tiempo libre, perro.
 
Renn, cabrón, quiero ser tú en otra vida. Con mi gran rabo, pero tú. Qué de tiempo libre, perro.
¡Y tengo tiempo de salir, vivir y trabajar (poco)! Jijijiji...

El personaje del chino de The Knick, por cierto, otro TOP ON FIRE... El loto dorado...
 
Entre otras memeces: ayer me puse a verla y llevaba medio capítulo cuando de pronto descubrí que no estaba viendo el 1x01 sino el 1x10. Y curiosamente en ningún momento me pareció raro o desconcertante: parecía totalmente un primer capítulo, una introducción, con los personajes bien definidos desde el principio.
Un drama médico sobre un doctor adicto, enemistado con un viejo compañero que ha venido a su hospital a robarle ideas, un médico negro que ha tenido un asunto con una ricachona e intentan taparlo...

Urgh.
 
ayer me puse a verla y llevaba medio capítulo cuando de pronto descubrí que no estaba viendo el 1x01 sino el 1x10.
Queda INVALIDADO tu post.

Cuando te pongas a verla en orden y TE VISTAS POR LOS PIES, hablamos.

:ok

Obviamente en cuanto me di cuenta lo quité y la empecé por el correcto, GRACIOSÍN.
Ya, hombre... ¡Sólo faltaba que te hubieras vuelto loco! Te leeré atento. Y ten en cuenta que, lógicamente, el capítulo 10 tiene otra dimensión cuando has visto la serie en orden y has vivido la progresión de personajes y sus relaciones.
 
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