Creo que es un intento por recuperar el terror con conciencia social romeriano, cambiando la noche de los muertos vivientes por la noche de los cabrones pudientes. Lo ideológico en ambas tal vez sea igual de ingenuo, con la diferencia de que Romero alumbró un influyente clásico del género mientras que el rollete este de la purga es pura rutina. Un truñuete que pretende ser subversivo sin lograrlo, una excusa para sacar adelante un lamentable festín de tópicos, y no justo al revés (lo que creo que pretendía); utilizar una excusa de género para largar un mensaje socialmente crítico.
Ya la premisa la veo tan disparatada y poco creíble como difícil de abordar desde el realismo. Si le concedemos el valor de la metáfora, al menos podría el guionista habérsela tomado con cierta distancia, humor negro, astracanada, lo que viene siendo una sátira... no es así. La purga/el capitalismo es un sistema perverso hecho pasar por bueno para todos por la propaganda oficial, pero que encubre las desigualdades, perpetúa las élites (ricos malvados) y hace perder siempre a lo mismos (pobres bondadosos)... una obviedad y trazo grueso impresionantes, hasta en los diálogos.
Thriller del montón, con unos personajes del montón y una alarmante falta de empatía hacia ellos, amén de un villano de chiste y visto mil veces. Agujeros de trama por todos lados (muy bueno era el sistema de seguidad, vulnerado por cuatro mataos), y la realización ni siquiera aprovecha especialmente el espacio para generar tensión o inquietud, tirando en su lugar de novedosísimos sustos y de escenas tipo “te voy a matar... uy, no, me han matado a mí”. Por no hablar de hachazos, cabezas reventando, cuando la cosa pretende criticar la violencia, pues mire usted qué bien.
Pues eso, una película que va de moderna y de original... y ha tenido éxito, no hay más que ver los trailers para ver de qué va la cosa en realidad, mascaritas siniestras y chorradas por el estilo.