Desde el minuto uno empiezan a aparecer algunos amiguetes de Segura animando la función, y las risas. Lo del cementerio o la secuencia-homenaje a lo "El Planeta de los Simios" (la de Heston) es sólo la punta del iceberg de todo un conjunto de secuencias a cada cual más disparatada y graciosa. La canción de Monica Naranjo está perfecta, digna de un James Bond español, y que se queda en la cabeza junto a unos más que notables títulos de crédito iniciales, y que nada tienen que envidiar a los de las películas del agente 007. Oye, y es que si nos ponemos tiquismiquis, sabemos, sé que esta película no está hecha solamente para ganar Goyas sino para pasarlo bien durante cerca de dos horas. No será El Padrino (por decir una película de la que todo el mundo parece tener en un pedestal o también Casablanca, que no me parecen para tanto, pero bueno, quién soy yo), pero el film te hace pasar un muy buen rato, y si encima de hace reír (a veces incluso a carcajadas), pues mejor que mejor.
Aparte de la interpretación de Baldwin, podemos ver el buen hacer de, entre otros, Julián López (reemplazando a Gabino Diego como Cuco), Jesús Janeiro alias el Jesulín (el chaval lo hace muy bien, las cosas como son), Angy (no está mal, la escena del traje amarillo o cuando baja con la cuerda a lo Misión Imposible es que... mejor verlo), Anna Simón (esta chica me tiene enamorado, de los pies a la cabeza, se la ve imponente), Fernando Esteso (buena presentación de su personaje en el film y su mujer, la Mari Carmén, la de los muñecos... ), Florentino Fernández y Carlos Areces como dos hermanos que son tal para cual, y dejamos lo bueno para el final. Cañita Brava. Este hombre es la leche. Definitivamente. Es grande. Ahora Torrente le debe seis mil pesetas de whisky. Si es que... Torrente ha hecho volver la peseta, ha hecho que Cataluña se independice. Menuda coña, incluso que llegue a la final de fútbol contra Argentina. El seleccionador de Cataluña no es otro que Tomás Roncero. Solamente Segura podría conseguir esto, y que se ponga una corbata con la bandera catalana. Brutal.
Santiago llena el film de varios cameos, de los que no voy a mencionar, a ver si cuando la veáis los consaeguir ubicar. Me ha parecido muy bonito el momento sueño de Torrente con un joven Tony LeBlanc (la película está dedicada a él). Esos 8.5 millones de euros que ha costado la película se han notado, no solamente por esta secuencia, sino por otras cosas como lo del avión, lo del estadio del Atlético de Madrid y seguro que hay otros efectos especiales o visuales que ni se notan, pero están.
Hay una secuencia en que aparecen los personajes en dibujos animados, y ese momento me ha recordado, salvando las distancias, pero me lo ha recorddado, a un segmento del film de Kill Bill de Quentin Tarantino.
No sé, me estoy enrollando demasiado. Lo sé. Mi intención era comentar que me ha gustado más de lo esperado, poner cuatro líneas y ya, pero la cosa se ha salido de madre. Bueno, pues, el caso es que merece mucho la pena, os la recomiendo. Si queréis reíros y pasarlo bien, adelante. Sin miedo.
Un último apunte: Cuando salgan los créditos del final no os vayáis, hay imágenes de algunos de los cameos y amiguetes de Segura que han aparecido a lo largo del film. Al menos, se podría tener un poco de respeto y quedarse a verlos. No se va a terminar el mundo. Yo lo intento hacer siempre.