Llevo un par de días francamente fascinado con la performance de Billie Eilish en la ceremonia de clausura de las JJOO de París, de lo poco que mereció la pena:
La simbiosis entre el setting y la canción eran perfectos, sólo eché en falta que fuese al atardecer cual peli de Tony Scott . Sin duda es una de las neo-ochentadas más logradas que recuerdo, dejando de lado la parafernalia synthwave tan de moda de unos años para acá, y centrándose más en la melodía y la interpretación vocal. Y eso que generalmente la señorita Eilish me enerva con su rollito voz rota emo style. Lástima que no fuese esto el tema de la secuela de Top Gun en lugar de la sosada de doña Gaga.
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