Terminada la serie, en el último capitulo se sucede todo un carrusel de momentos potentes (junto con muchos otros bastante flojos) que demuestran que la serie tenía un trama muy buena y ambiciosa que al zopenco de Emmerich y su codirector les viene tan grande como demasiado corto es el abultado presupuesto para llevarla a cabo. Aunque no deja de sorprender que alguien que ha contado en el pasado con FX de muy buena factura nos venga ahora con efectos digitales tan chuscos, pero bueno, como ya digo, 140 millones de dólares siguen siendo demasiado pocos para una trama tan ambiciosa en localizaciones y recreaciones a lo largo de 10 episodios.
Pero con todo, Roma es Roma y ojalá haya segunda temporada, aunque sólo sea por mantener vivo el interés del audiovisual por la antigüedad clásica.
Por otro lado, sigue doliendo que no haya habido narices en HBO de repescar 'Roma', y seguramente tras la muerte de Ray Stevenson sea ya un sueño imposible. Por qué vamos, ni siquiera una serie como 'Domina', bastante mejor que la de Emmerich, le llega ni a la suela de los zapatos a aquella.
Un saludete.