Bueno, pues la peli no está mal, algo a lo que ayuda un reparto bien escogido y dirigido, como es habitual en el holandés. Pero al mismo tiempo es una repetición de temas y giros argumentales de títulos pasados suyos, hasta el punto de que uno llega a preguntarse qué aporta nuevo esta Benedetta a la filmografía de Verhoeven, más allá de decirnos que aún sigue vivo y con ganas de juerga.
A ver, siempre valdrá más un Verhoeven que el 99% de los estrenos del año, pero de alguien como él uno siempre espera una vuelta de tuerca, o cuanto menos, una corrección de una jugada que no salió redonda en el pasado, pero aquí ni una cosa ni la otra. Más bien parece una revisión con cuatro perras de presupuesto de 'Los diablos' de Ken Russell, cinta que el holandés tiene a buen seguro en un altar. E incluso diría que aquella era aún más provocadora, y estamos hablando de hace medio siglo.
En definitiva, mal que nos pese, Verhoeven está mayor y su mejor época ya pasó. Pero bueno, como ya he dicho, prefiero un ya visto firmado por Verhoeven a la inmensa mayoría de estrenos en cualquier medio.
Un saludete.