Respuesta: Casas encantadas y fantasmas que rondan
No hay SPOILERS, pero mejor no leer si no se conoce la historia.
- The Innocents (Suspense, 1961), de Jack Clayton
Segunda vez que la veo, esta vez con el libro leído.
El argumento creo que ya es conocido: una mujer es empleada como institutriz de dos huérfanos en una mansión victoriana, donde empezará a ver apariciones que pondrán a prueba algo más que su paciencia.
Se trata de una joya, una pieza clásica de exquisita elegancia que a veces, me da la impresión, no tiene un lugar destacado por ser "una historia de fantasmas". Quizás la razón es la única pega que le encuentro: la adaptación, por otra parte extraordinaria, decide inclinarse algo más por este componente restando bastante ambigüedad a lo que sucede.
Pero no importa, porque como digo el resto del trabajo, muy fiel a la novela de James, es ejemplar. Lo que se quita está bien quitado u organizado de otra manera en escenas modificadas, y lo que se añade, casi siempre para dar un empujoncito explicativo o aportar tensión (la canción, el recital, la paloma), es cojonudo.
La segunda colaboración de Clayton con Freddie Francis alcanza cotas que no recuerdo haber visto en su debut. Las composiciones, la planificación de movimientos y la dirección de actores, en medio de esos fastuosos jardines y decorados, son un placer para la vista. El montaje gana tensión a latigazos cuando debe (las apariciones, el "Suéltame, Miles") y hace fluir los planos como la falda del vestido de la protagonista cuando hay calma.
Y no todo es vista, porque el trabajo de sonido es también muy elaborado, con efectos de viento, voces, chillidos, ecos que toman el protagonismo justo, pero no son intrusivos. Además, se entienden con la música de Georges Auric a la perfección, también discreta y sobria pero elegante o cabrona cuando tiene que serlo.
Deborah Kerr fantástica. A veces, como les pasa más a los niños, se le ven las costuras y una falta de concentración debido a que se le exige una intensidad en la mirada (precisamente para aportar la ambigüedad que no tiene el texto) difícil de soportar, pero consigue hacerse con el personaje transmitiendo su impotencia, su angustia, su coraje y su amor; la desesperación que siente por esos dos críos... y más cosas.
Mencion especial merece el duelo final, resuelto con maestría, con un golpe de efecto del que se sirven guionistas o director para darle una nueva interpretación a la historia, o al menos una que yo no había considerado. También es verdad que es harto difícil dirigir bien el final del libro.
En la Santísima Trinidad del subgénero que trata el hilo, junto con The Haunting y El Resplandor.