Respuesta: CORIOLANUS, de Shakespeare pero en moderno
Vamos allá. Con spoilers, cuidadín.
Fiennes Shakespeariza la guerra
Está claro que el que se arriesga con traspasar una obra de Shakespeare al cine sabe que no lo tiene fácil. Como dije ayer, la película es un rara avis extremo. Y casi siempre hay dos tipos de caminos a emplear: o se adapta en un ámbito clásico, en un ambiente de época o se transforma todo desde la perspectiva que quiera darle el director adecuándolo todo al ámbito contemporáneo. De todas formas, si el producto es correcto y como mínimo respetuoso, el aplauso y la crítica sabrán apreciarlo.
Fiennes, en su debut como director, ha tomado el segundo camino. Arriesgándose del todo, decide adaptar el Coriolanus en un ambiente real, de época reciente, en una guerra entre dos lugares distintos, pero con la perspectiva de darle ese enfoce bélico que solemos ver en muchas películas de temática similar. Incluso podría verse como una versión Shakesperiana del Call of Duty, como indiqué con cierta ironía. Pero toda la parte ruidosa, con un montaje llamativo, brioso y con un enfoque brusco ocupa los primeros 20-30 minutos a lo sumo.
No se puede negar que Fiennes ha conseguido crearse un personaje llamativo (quizás con cierto pulimiento podría llegar incluso a ser icónico con esa cabeza afeitada, esa sangre a modo de marcas de guerra y ese rostro petreo) y en esta primera parte, siendo el antagonista de un Gerald Buttler entregado y de presencia agradecida, consigue un duelo físico envidiable, donde la dirección de actores y coreografía, a pesar de tener una cámara un tanto movida, es excelente.
Todo lo siguiente es puro teatro filmado. No es malo per se, ni mucho menos. Pero Fiennes no sabe darle el tono adecuado o como mínimo se excede en aplicar demasiado teatro a un proyecto que quizás no lo requería o no hacía falta enfatizarlo tanto porque descoloca demasiado. Diálogos sentidos, cargados de brío y tensa palabra pero vuelve a excederse dilatando demasiado las escenas o no dándole la épica trágica que esperaba de un producto así. El fallo, según mi percepción, es que peca de ser demasiado fría, distante y seca. Y eso adolece en gran parte del metraje.
Fiennes, a partir de aquí consigue convencer a medias pero se excede en un cierto histrionismo (el cual me trajo a la memoria el Ed Harris de "Causa justa") que desdibuja, aún viéndole las intenciones y procurando entenderlas, el conjunto de la interpretación. Entiendo también que la interpretación de un personaje así no es fácil, ni mucho menos, pero creo que o se queda corto o se excede.
Y otro asunto es el guión: la trama es sencilla y compleja al mismo tiempo. Por dos razones: una es lo que plasma, que es de fácil captación y otra muy distinta es la emotividad y la épica de los motivos internos y eso se pierde más en la palabra que en la acción de los personajes y choca con la teatralidad (en muchos momentos) innecesaria como por ejemplo los momentos políticos o la manipulación de las masas, que funcionan mucho como idea o propuesta pero no les encuentro una realización acertada, más por - una vez más - la teatralidad de los acontecimientos que de los actores en sí. Un guión que es bastante irregular en muchos aspectos y desdibuja, una vez más el conjunto o la propuesta de lo que en principio creíamos encontrar.
No se puede negar que la fotografía, el diseño de producción y un Fiennes esforzado son de apreciar y sobre todo de agradecer pero es un filme que no acaba de congeniar del todo y a pesar de tener un final brioso (una vez más: la coreografía y la fisicidad es realmente concisa y bruta, sin edulcorar nada) y que demostraba la película podía ofrecer algo más, se acaba convirtiendo en un extraño viaje hacia la esencia del ser humano cuando el poder, la traición, la moralidad, el engaño y el amor toman forma en un hombre entregado, con coraje, con valor, con las ideas y los ideales (supuestamente) correctos pero que sigue siendo un pelele en manos de otros.
Interesante, desde luego, lo es pero me cuesta encontrarle el punto o captar la razón real de exponerlo todo de esta forma. Pero reitero una vez más, tiene momentos sueltos muy potentes como los primeros 30 minutos, el duelo interpretativo de Fiennes contra los políticos, Fiennes entrando en la base del enemigo entregándose y ofreciéndose como un renegado de su país o el redentor momento de Fiennes con su madre. Un filme de épica más intima de lo que se esperaba de ella (que no es algo malo pero aún y así es lo que hay).
Quizás sea carne de revisionado (lo más seguro).