nogales
Miembro habitual
Ya que estamos en plan nostalgia ochentera, qué mejor que recordar esta mítica saga de terror-humor que consagró a Don Opper como un héroe de las estanterías de nuestros videoclubs
Me imagino que surgieron como la respuesta de la columbia al éxito de los Gremlins
(este primer cartel me parece mucho más atractivo que el siguiente, que fue el oficial )
La primera era una de estas ochentadas que mezclaba secuencias de un dramatismo de la hostia con otras desternillantes.
Me marcó que el idioma en el que hablaran entre ellos fuera el castellano! Si, si, en VO!
En la segunda ya van a la parodia, con esa bola gigantesca de critters o el clonaje de la modelo de penthouse con grapa incluida
La tercera se enmarca ya en plenos 90 telefilmeros, con la gran guest star: Leo DiCaprio
( justo antes de los problemas crecen) 
Esa limitación en la ubicación de la trama ( el 90% transcurre en una casa ) ya nos da una idea de en qué presupuestos nos estamos moviendo..
Curiosamente la mayor novedad con la que se vendía esta entrega era que los bichitos aterrizaban en la gran urbe ( las anteriores transcurren en un pueblecito ) Pues bien, en el resultado final no se observa la más mínima diferencia
Ademas aquí los critters ya van variando sus habilidades y morfología, toda una evolución tipo Alien.
La cuarta supera todos los limites: Don Opper no duda en ponerse manos a la obra y la acción se situa ... en el espacio! xDD
De nuevo actores conocidillos pero en declive ( Angela Bassett, Brad Dourif ) ,la ambientación y escenarios son algo así como los restos de serie que les dejaron de secuelas de Star Trek, y la trama está repleta de personajes más desagradables que los propios Critters ( mención especial para Eric DaRe )
el diseño de estos vuelve a cambiar, y cada vez son menos los ejemplares, hasta aqui se ve que la pasta ya va muy justita.
En fin, una saga para disfrutar del gran Don Opper, muchas vísceras y sangre de pega y un sabor añejo muy disfrutable para los que las vimos de pequeño
. Ese no poder ni querer controlar el impulso me encanta; no calculan pros y contras, solo ven la satisfacción de engullir.