Acabo de terminar la primera semana que me he ido tragando poco a poco... es una serie que no se caracteriza por un ritmo vertiginoso, ni por unos casos curiosos, ni por una trama perfectamente hilvanada... la serie es Glen Close, Rose Byrne (me sorprenden los que alaban a Ted Danson que está pasable) y a veces ni eso.
El caso jurídico es de preescolar, hay personajes que aparecen porque sí y que tienen la función de meros transeuntes que te hagan dudar (no lo consiguen) de quien es el asesino. Los personajes centrales ahora son fríos, ahora cálidos, ahora severos, intransigentes, malvados, dulces... muestra las aristas de cualquier persona de una forma tremendamente artificial. No me creo la actitud de Rose Byrne en los últimos capítulos... Y Glen Close me descoloca con tantísimo bottox y cirugía, ha perdido expresión y me costó entrar en la historia cada vez que salía ella en pantalla.
Una serie tramposa, lenta (que no aburrida), que se contradice y que no cambiará el rumbo de la televisión.
Prescindible.