Respuesta: Dario Argento
Me he vuelto a poner dos de éste señor que tenía muy olvidadas, concretamente son la primera que hizo y la última antes de ser puesto a parir por sus seguidores.
El pájaro de las plumas de cristal
Tal vez la mejor de las tres películas que conforman la “trilogía de los animales”, es interesante ver cómo están presentes todas las características del cine del italiano (positivas y negativas) y el argumento que le serviría de esquema posteriormente: un individuo anónimo es testigo involuntario de un intento de asesinato, lo que le convierte en el nuevo objetivo de un peligroso y enigmático asesino de mujeres. Toda la película está salpicada de elementos morbosos e incómodos (el misterioso cuadro, el fetichismo que caracteriza la forma de actuar del malo, o los flashbacks del crimen). Lo más destacable es la atmósfera opresiva y las secuencias criminales, que se recrean en tensos momentos de espera seguidos del inevitable ensañamiento (la más famosa: la del principio del todo, con el protagonista atrapado en unas cristaleras). Y por supuesto, está la genial banda sonora de Morricone, cuyo tema principal reciclaría Tarantino para Death proof. Los defectos se encuentran en una trama algo absurda y rebuscada con falso culpable y final sorpresa (lo del recuerdo borroso de nuestro héroe lo sigo viendo muy chorra), así como giros que quedan muy forzados para resolverla (lo del pájaro del título). Y por si fuera poco, hay unos toques de humor fuera de lugar que sobran bastante (como lo de la visita al pintor, un pegote que no sé a qué viene… aunque esos típicos personajes estrafalarios que mete, tengo que decir que me hacen cierta gracia, aun pareciendo sacados de un sketch de Cruz y Raya).
Me parece un debut estimable, tiene sus pifias, pero también es una intriga desarrollada con buen pulso y con toques del estilo que Argento desarrollaría más adelante.
Inferno
Continuación de Suspiria, que más bien supone una prolongación de ésta y que formaría una especie de díptico. Es visiblemente la película más radical de Argento, en la que mata definitivamente al guión y se propone llevar al límite su obsesión por la forma, así como por la estilización macabra de lo visual que siempre le ha caracterizado. El resultado es un verdadero delirio abstracto donde historia y personajes apenas existen o tienen sentido alguno. La estética y la fuerza de las imágenes lo devoran todo como en una pesadilla: atmósfera gótica y surrealista, muertes operísticas, elementos truculentos por doquier (las ratas, el eclipse lunar, los elementos naturales y arquitectónicos, etc.), detrás de lo cual parece estar presente de manera simbólica la idea de la muerte, si hace uno caso al final y a cierta escena que me ha llamado la atención, como es la del asesino con el recortable y las tijeras. El particular uso de los colores intensos y de la banda sonora también recuerdan a Suspiria, solo que aquí acaparan todo el protagonismo. Al ser algo así como la culminación de un estilo, no me extraña que a partir de aquí empezara el declive.
Con todo sigue siendo algo imperfecto e irregular, narrativamente resulta torpe y no consigue del todo lo que se propone. Pero el ser una propuesta arriesgada y muy personal no se lo quita nadie, diría incluso que “incomprendida” (yo mismo la consideraba una puta mierda hasta ahora con el revisionado). Una de las propuestas más interesantes y destacables de éste director, tan capaz de lo mejor como de lo (puto) peor.