Oh, oh, oh, vaya titulaco Perdida. Y ojo, Fincher sabe del potencial mainstream del novelón y se echa a un lado formalmente y de frialdad emocional emitida a paladas. Hace bien.
Sabe hasta aprovechar la sinsustancia de Affleck como hombre PERDIDO y manipulado. Y es una película que no puede estar más vigente y ser más atrevida que ahora: condena manipuladoras, matrimonios e hijos impuestos, hombres de fachada y serpientes de pedigrí.
Impecable texto juguetón de ritmazo y saltazos del tiburón sin hacer que importen. Es modélica en cuanto al manejo del tiempo y del discurrir de las cosas.
Tremendo sí.
Y, otra vez, bordando el thriller, su especialidad. Es un maestro y referente absoluto del género. Un Hitchcock digital.