Mi hija es lo más izquierdoso y pro-muslim. Hizo danza oriental y estudia árabe. Ni se te ocurra criticar la inmigración o el islam delante de ella. Te come.
Pues hoy quería ir a Lavapiés a comprar una cosa que necesitaba y que solo venden allí. Para mi sorpresa, me pidió que la acompañáramos.
No es propio de ella. Al rato, me confesó que es que no se sentía segura ya allí (lleva cuatro años estudiando en Madrid). Y efectivamente, toda esa zona se ha convertido en un estercolero por el que da miedo caminar. A la vuelta, nos contó que una compañera suya de clase, hace un par de días, volvió tarde de la universidad (está en Cantoblanco y estudian un doble grado, hay días que acaban a las tantas), y al entrar en su portal, nueve o diez "personas" se metieron detrás de ella, la empezaron a tocar y a intentar quitarle la ropa. Pero por suerte pudo gritar antes de que la taparan la boca con firmeza, salieron unos vecinos, y se largaron por patas. Pero la pobre chiquilla está acojonada, con ansiolíticos, y queriendo dejar la carrera en cuarto y volverse a su país (es australiana).
Esto va a reventar algún día, y no sé que va a pasar. Pero es que TIENE que reventar.