Atreyub
En busca y captura
Ves? y encima apostilla insultando. Es incorregible.
El Universo Cinematográfico de Marvel Studios continúa ampliándose hoy después del anuncio por parte del estudio de cinco nuevas fechas de lanzamiento, que completan el calendario de Marvel en la gran pantalla hasta el año 2019.
El estudio ya tenía marcadas otras fechas cuyas películas desconocemos: el 8 de julio de 2016 (justo después de 'Captain America 3', que llegará el 6 de mayo de 2016) y otro estreno previsto para el 5 de mayo de 2017. El calendario que seguirá a estos lanzamientos alcanza hasta el año 2019, con estrenos fechados para el 28 de julio de 2017, el 3 de noviembre de 2017, el 6 de julio de 2018, el 2 de noviembre de 2018 y por último el 3 de mayo de 2019.
Por el momento no tenemos confirmado qué proyectos llegarán en todas estas fechas (aparte del 'Dr. Strange', que casi con total seguridad lo hará el 8 de julio de 2016), pero estamos convencidos que todo cambiará después de la presentación de Marvel la próxima semana en la Comic-Con de San Diego. Allí el estudio revelará algunas incógnitas, y nosotros las seguiremos con atención para contárselo.
La semana pasada Disney comenzó a ejecutar una de las mayores revoluciones vistas en el seno de Marvel Studios desde su creación. En primer lugar, eliminando de la cadena del proceso de confección de las películas al consejero delegado de Marvel Entertaiment y figura ESENCIAL en el desarrollo de los filmes del estudio, Ike Perlmutter; y después desmantelando el llamado Comité Creativo formado por Alan Fine, socio de Perlmutter, el guionista Brian Michael Bendis, y el actual consejero delegado creativo Joe Quesada.
Ike Perlmutter, en 1985
¿Quién es esta gente? Los responsables, atendiendo a las diversas fuentes de los medios citados en el artículo, de cada episodio de roce y tensión que ha padecido en los años el estudio: desde las quejas salariales aireadas durante la preproducción de Los Vengadores: La Era de Ultrón, hasta el abandono de Edgar Wright de Ant-Man, y las protestas de Joss Whedon, director de la secuela de Vengadores, que derivaron en su renuncia a rodar una tercera parte.
Comenzamos con lo que ha sucedido con Perlmutter. El pasado lunes THR informó de que, desde la semana pasada, el presidente de Marvel Studios, Kevin Feige, solo responderá directamente de su labor ante el presidente de Walt Disney Studios, Alan Horn. La noticia es una combinación de fuentes oficiales y extraoficiales. Las primeras, según un portavoz de Disney, obedecen a un propósito de “centralización”. “Se trata del siguiente paso lógico en la integración con los estudios Disney”, apunta este portavoz. “Marvel se une así a Pixar y a Lucasfilm a la hora de centralizar sus funciones cinematográficas en Burbank –sede física de los estudios Disney, en California–, y el presidente Feige y el copresidente, Louis D’Esposito, seguirán liderando a los estudios informando al presidente Alan Horn”.
Las extraoficiales pintan un cuadro bien distinto comenzando por el subtítulo de la pieza: la reorganización tiene lugar “tras varios años de frustración” con la actitud de Perlmutter, según estas fuentes bajo anonimato. “Todo el mundo sabe lo difícil que era trabajar con Ike y esto se veía venir desde hace mucho tiempo”, apuntan.
Como ya sucediera con su exclusiva sobre la salida de Josh Trank de Star Wars, el artículo de THR es una “hit piece” en toda regla, donde básicamente se tacha a Perlmutter de ser un “agarrado” –”de infame recuerdo por su gestión milimétrica”, según el medio– y que nunca otorga ni a Perlmutter ni a fuentes cercanas la oportunidad de responder. Pero conociendo Perlmutter, de 72 años y con una fortuna personal estimada en casi 4.000 millones de dólares, es muy difícil que tal respuesta hubiera tenido lugar. Perlmutter es un multimillonario particularmente averso a comparecer en los medios de comunicación hasta el punto de que una de sus escasas fotos oficiales data de 1985 — la que véis en el encabezado de este artículo– y su historia está plagada de rarezas y excentricidades en el mejor de los casos, demandas por acoso y agresión en el peor, hasta el punto de amenazar a una empleada diciendo que “hay una bala que lleva tu nombre”.
El caso es que, para bien o para mal, Perlmutter ha sido parte inextricable de la historia de Marvel, gracias a la aportación realizada en 1997 por su compañía de juguetes Toy Biz, en la que estuvo involucrado otro viejo conocido de las películas Marvel, el productor Avi Arad, para sacar a la compañía de cómics de la bancarrota. Ello no impidió la ocasional salida a la luz de particularidades de Perlmutter (quien jamás se ha pronunciado en público sobre ellas) como su insistencia de construir baños mixtos en todas sus oficinas para ahorrar dinero. Antes de la compra realizada por Disney, Perlmutter era el máximo accionista de Marvel, lo que le colocó en un lugar de privilegio en la transición de la compañía al cine.
La mano de Perlmutter se dejó sentir de manera casi inmediata: él fue quien ordenó rechazar el aumento de sueldo solicitado por Terrence Howard para Iron Man 2, sustituido por Don Cheadle a un coste más barato. Cuando el ex presidente de la división de productos para el consumidor de Disney, AnDy Mooney, le pidió que elaborara sus motivos, Perlmutter le contestó, siempre según el FT, que “nadie se daría cuenta porque todos los negros parecen iguales”. En 2011, y según Comics Beat, Perlmutter estaba interviniendo en todas y cada una de las decisiones cinematográficas del estudio bajo una premisa: la del ahorro. Kim Masters, en su espléndido reportaje ‘Por qué Marvel es la envidia y el azote de todos’ apuntó, citando a fuentes de un estudio, que “Ike tenía el control de cada presupuesto y de hasta el último centavo gastado en marketing”.
La tensión alcanzó finalmente un punto de ruptura en 2013, cuando salió a la luz la batalla salarial en la que estaba inmerso el reparto de Los Vengadores 2. Las fuentes consultadas en su día por Nikki Finke señalan que Jeremy Renner, Scarlett Johansson, Chris Hemsworth, Mark Ruffalo y Samuel L. Jackson pedían al menos cinco millones de dólares iniciales cada uno, a los que habría que sumar un porcentaje más elevado de beneficios de taquilla en el momento en el que el film comience a rendir beneficios; unas peticiones que Perlmutter consideró intolerables hasta que finalmente tuvo que ser Robert Downey Jr. quien decididera abanderar la negociación y dar el brazo del estudio a torcer dado su poder como buque insignia de Marvel Studios como Iron Man. Además, y según Birth.Movies.Death (BMD), Perlmutter fue también responsable de impedir la fabricación de juguetes de la Viuda Negra, la superheroína interpretada por Scarlett Johansson, al considerar que “los personajes femeninos no venden juguetes”.
EL COMITÉ CREATIVO
Seguimos con BMD, quien este miércoles ha corroborado una información previa de la web Heroic Hollywood, en la que se daba a conocer la disolución del llamado Comité Creativo. Según la información de Devin Faraci, la influencia de este grupo ha sido extremadamente perjudicial. “Las notas que proporcionaban eran pedestres, motivadas por una lógica de ‘salvar al gato’ — en referencia a un libro sobre guión especializado en confección de fórmulas narrativas– que a veces arrastraban la creatividad al centrarse, por ejemplo y según creativos de marvel, en detalles científicos bastante puntillosos, ignorando el tono general del guión en sí, lo que llevó por ejemplo a Edgar Wright a abandonar Ant-Man”, apunta.
Estas diferencias creativas tuvieron otro episodio en la figura de Joss Whedon, quien rechazó rodar la tercera entrega de Vengadores, hastiado por los bloqueos impuestos durante la producción de la segunda entrega, que llegó a calificar como “muy, muy desagradable”. Como última nota, BMD apunta que este comité entregaba las notas tarde, lo que generalmente desembocaba en la ralentización del proceso de producción de las películas.
Captain America: Civil War y Doctor Extraño serán las últimas películas de Marvel gestionadas por Perlmutter y este equipo.
(Si queréis más información, Joanna Robinson realiza un espléndido recopilatorio de enlaces en Vanity Fair)