Pero es un ser humano; tiene alma (y una experiencia vital que plasma en su trabajo).
Si te presento un texto, una imagen, un clip de audio o un vídeo, y tú eres incapaz de discernir si eso lo ha hecho una persona o una máquina, es que el alma, para el caso, es completamente irrelevante. Textos y audios ya se pueden hacer, gratuitamente, indistinguibles de una obra humana. Imagen y vídeo, por ahora, no, tienen fallos evidentes, están en fase de desarrollo.
Y Tom Savini es humano, lo que significa que el número de trabajos que pudo aceptar a lo largo de su vida, es limitado, apenas un puñado de películas. Tom Savini no puede estar en varios lugares a la vez. La inteligencia artificial puede dedicarse a realizar docenas o centenares de interacciones cada día (Chatgpt admite hasta 38 interacciones / hora a cada usuario y tiene 180 millones de usuarios activos cada mes).
Es decir, lo que la IA hoy lo hace rematadamente mal, mañana será mal, pasado mañana, regular, para el día siguiente, Tom Savini ya estaría jubilado o fallecido, la IA puede seguir realizando centenares de cosas cada día y aprender de ellas, y mejorar...