Reí y reí cuando leí el artículo. Me sentí muy bien el día
a salvo, ¿de qué? no de lo que necesitaba estar a salvo. y eso
entero. Y luego llegó la noche y ya no me reía y ya no me
hacía que todo fuera igual que siempre o peor. la mujerzuela
sentía bien. Porque si te pones a pensar en ello era una tra-
más miserable de todas. y no lo podía soportar. la cosa tenía
gedia: y supongo que sabes querido lector que soy un hijoputa
que terminar mejor, así que bebimos el vino. fumamos la yerba.
con el corazón muy blando. Sí, era una tragedia terrible y el
empezamos a esnifar la nieve. dicen que no lo puedes hacer.
responsable debería ir a la carcel. Hacer que alguien desee
bebimos y fumamos la maría y esnifamos la coca, hicimos eso
lo que no puedo tener. Hacerle que quiera muchas cosas y no
y luego seguimos con la heroína, nos colgamos como hijoputas
pueda conseguir casi ninguna. Mostrarle todo lo que puede
pero seguimos y al cabo de un tiempo, no nos enterábamos de
tener -coches estupendos, ropa, sitios donde vivir-, y no de-
nada, estábamos ciegos, demasiado paralizados para sentir na-
jarle que tenga nada, aunque haciendo que lo desee siempre.
da. pero todo empezó a resultar maravilloso. ella existía y la
Hacer que se sienta un miserable porque no tiene lo que podría
habitación existía y yo existía. todo era como debía ser al
conseguir. Hacer que se odie a sí mismo, y si alguien se odia
final si antes nunca había sido así, y empezamos a rebuscar en
a sí mismo, ¿cómo va a poder querer a nadie? Helene llegó a
el colchón y el conserje seguía trayendo drogas. helene se pu-
casa, mi dulce princesa, y notó que estaba deprimido, así que
so a vomitar, pero no parecía que aquello le molestase dema-
me preparó una copa. Y justo cuando empezaba a sentirme bo-
siado ni a mí tampoco. hasta los vómitos eran hermosos como
rracho, me dormí; fui y me tumbé en la cama, y ella vino y se
todo lo demás, ella era la mujer más guapa del mundo y lo
sentó a mi lado. Tenía unas grandes tijeras en la mano y se
único que quería era demostrarle mi amor. era todas las mujeres
puso a cortarse las puntas del pelo mientras me miraba. Y yo
reunidas en una, y tenía que hacer algo por ella y enseguida.
la miré a ella. Y cerré los ojos y al abrirlos se parecía a
estaba vomitando en el cuarto de baño. Me levanté y fui len-
Joyce y luego se parecía a Mona y luego... a todas las demás.
tamente hasta la ventana y saqué los pies por ella. me sentí
Dijo que la había decepcionado; que me había convertido en un
un poco despejado. el aire frio. pero no quería sentir nada
hombre como todos los demás. Me decepcionaste, dijo. No eres
más. tampoco seguir soportando el peso con el que llevaba car-
diferente de los demás, Fred. Y tienes que pagar como todos
gando desde hacía tanto tiempo. y ella se lo merecía. así que
los demás. Tú no me deseas, cariño. Asentí y ella empezó a di-
saqué una pierna. la tenía fuera y me balanceaba en el alféi-
fuminarse y luego, luego bajó las tijeras y luego sonreía otra
zar. helene apareció a la puerta del cuarto de baño y se reía
vez. Aquí mismo, ¿no es mucho mejor? Y entonces se echó a reir
y no paraba de gritar y de decirme algo que no entendía. y me
Y me gritaba.
tiré por la ventana.
JIM THOMPSON
(1906-1977)