La culpa de que
no se haya votado Bien, es decir, masivamente a la izquierda, es, cuentan los del Bien, de la división y los medios de comunicación (hola). Así que
muchos trabajadores no han ido a votar al Bien y algunos incluso parece que votaron al Mal, y los políticos del Bien, como en aquella viñeta de Chumy Chúmez, están con lo de "esta gentuza no merece que me lea entero El capital".
Analicemos la cuestión. Veamos por qué una parte considerable de la clase ungida (fachas de mierda el 50% restante del electorado)
ha dejado de votar a la izquierda o
incluso vota a la derecha.
Por lo que sea, te dicen que tu país y sus símbolos más elementales forman parte de una antigualla reaccionaria y
franquistoide, que tus gustos y costumbres son cavernícolas,
que vistes mal, que bebes mal, que comes mal y cagas mal, lo haces todo mal, y tú no conectas. Por lo que sea, te dicen que ese programa de la tele que ves con tu familia
al terminar el trabajo es fascista y que te manipula y no te enteras (so tonto), y pones en peligro la democracia por abominar de pactos con gente que se cree superior a ti por
haber nacido en otra Comunidad Autónoma.
Y vas,
y no les votas.
Por lo que sea,
te sugieren que eres un agresor de mujeres en potencia y medio tonto en caso de que seas varón, o que eres una víctima necesitada de tutela del Estado en todo momento, si eres mujer, y vas, y no les votas. Por lo que sea, te dicen que tus hijos necesitan los valores correctos, diseñados por expertos en añadir el adjetivo "estructural" a cualquier sustantivo, en vez de la basura que le enseñas tú en casa, y tú vas, y no les votas. Por lo que sea, tanto te lo han venido diciendo que ya te la bufa, incluso, que te llamen
tonto útil del capital.
Por lo que sea,
tú no te has sentido representado por quienes hablan todo el rato de representación, ni incluido por quienes hablan de inclusión, ni has visto cuál es tu sitio en el mosaico de quienes hablan todo el rato de diversidad. Y tienes preocupaciones más urgentes que la transición ecofeminista y, aunque reciclas, y no matas gatos, y te preocupa el calentamiento,
también te jode que te lo enfríen a impuestos mientras los chinos vomitan dióxido sin pagar tasa, y que te den la murga, y algo en el Apocalipsis inminente te huele a exageración, y vas tú, y
no les votas.
Por lo que sea, nunca te molestó la existencia de la gente trans, ni de gente gay, pero
no te fías de cómo se lo cuentan a los críos en la escuela. Por lo que sea, siempre has respetado al otro sexo, y tu pareja y tú trabajáis a la par, y te alegraste cuando se legalizó el aborto, y el matrimonio homosexual, y, sin embargo, tanta propagada de "nosotros contra ellos" te cabrea, y vas, y no les votas.
Por lo que sea, tú, que nunca has juzgado a nadie por el color de su piel, ahora
oyes que el racismo lo llevas pegado a los huesos, y vas, y no les votas. Por lo que sea, tú que no te has fiado nunca de la derecha, resulta que tampoco consideras que sea ultraderecha todo lo que hay a la izquierda del PSOE. Y aunque siempre has tenido claro que Franco fue un dictador, y has considerado siempre que las víctimas de la represión franquista deberían haber sido devueltas a sus deudos, no lloras de emoción cuando se simplifica la historia, y esa placa en un bloque del Ministerio de Vivienda con el yugo y las flechas te molestaba tan poco como la ubicación de la momia de José Antonio.
Por lo que sea,
te da bastante igual la guerra entre Podemos y Yolanda Díaz, y te gustaría pensar que los partidos de izquierdas se preocupan más por el país que por sus propias carreras, y por sus cuotas de poder, y sus abultados sueldos públicos, y no te crees que sea así, porque no te lo demuestran, y vas tú, y no les votas. Por lo que sea, tampoco valoras que seleccionen a dedo al personal en ministerios cuya utilidad cuestionas, y no valoras como heroico que se nieguen a contestar a preguntas de los terminales mediáticos de la ultraderecha, ni que señalen a ciudadanos particulares como enemigos del pueblo en lonas y camisetas.
Por lo que sea, tú que eres valenciano no has sabido entender que
lo que necesitaba Valencia era una sorda y bollera, ni comprendes que las bolleras se dividen en buenas y malas por cuestión ideológica. Y no has alucinado con la presentación en modo superhéroes de Marvel de los candidatos, ni te ha enternecido Sánchez jugando a la petanca o visitando una librería, ni te has sentido conmovido con la poesía con que Yolanda Díaz habla de las buenas gentes de su país.
Y vas tú, y no les votas.
Por lo que sea, vivías en una
Comunidad Autónoma gobernada por los del Bien y
la sanidad tampoco es que estuviera como para tirar cohetes, aunque solo se hablara de la de Madrid, y vas tú, y no les votas.
La culpa de que no se haya votado Bien, es decir, masivamente a la izquierda es, cuentan los del Bien, de la división y los medios
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