MARY SHELLEY'S FRANKENSTEIN, de
Patrick Doyle: en el 94 Doyle consiguio aquello a lo que aspira toda música de cine y que sin embargo no siempre se logra en la practica de la escucha aislada, ser capaz de narrar en ausencia de imagenes toda una historia. Gracias a unos emocionantes cambios de ritmo la música, en constante evolución, va describiendo los hechos y los sentimientos de los personajes de forma totalmente identificable como si se tratara de una gran obra operística.
"To Think Of A Story" marca el tono de un relato con aire oscuro, de tragedia de terror (más dramática que terrorifica a poco que empatices con lo que estas escuchando). A partir del 2:27 ya nos soprende con el primer cambio de ritmo en forma de maravilloso arrebato que ocupa el último minuto del corte. En
"There's An Answer" oimos por primera vez el motivo romántico, primero fundiendose con el estilo que se ha ido creando hasta entonces y luego entregandose por completo en forma de bello vals (1:49). En la parte final la incertidumbre vuelve variando de nuevo el tono. Lo genial de estos momentos mas melódicos esta en que al tratarse de una narración en flashback la música lleva marcada esa condición de conocedora de los hechos, lo que da a estas partes un halo de pesar bastante emotivo (
"I Won't If You Won't" por ejemplo).
"A Perilous Direction" representa el inicio del conflicto, la idea va aflorando y las cuerdas reflejan esa inquietud. El título del track
"Victor Begins" lo dice todo; la percusión marcha firme mientras los instrumentos de viento engrandecen la dimensión de lo que va a ocurrir.
"Even If You Die" es el remanso de calma antes de la tormenta. El tema romántico vuelve fugazmente para recordarnos lo que el protagonista pondra en juego y sacrificara. Ojo a los últimos 40 segundos de este track y a como la música inicia un cambio de tercio (que se consolida en los últimos 20 segundos) para amoldarse en tono a lo que sera el siguiente corte. Esta manera de enlazar casi tematicamente el final de un track con el inicio del siguiente, y que sucede en mas momentos del disco, es una de las cosas que refuerzan ese caracter narrativo del que hablaba.
Y llegó el momento, la culminación de todo lo que se ha ido gestando en los temas anteriores y que tan bien ha sabido representar el score.
"The Creation" es el track de poner los pelos de punta, donde Doyle desata la fuerza de la orquesta para describir un acto casi divino (puntualizado por el órgano).
Saltando hasta la parte final del cd, lo calmado va cobrando importancia, envuelto en un tono apesadumbrado y anticipando el fatalismo en el destino de los personajes (
"Yes I Speak" o
"Please Wait" donde se desarrolla el leit-motiv romántico en toda su extensión). Solo se rompe un poco esa calma con tracks como
"God Forgive Me" o
"The Honeymoon" (impresionante el ritmazo de esta). Atendiendo todo lo precedente, la interpretación a ratos esperanzadora del tema amoroso en
"The Wedding Night" suena de lo mas anecdotica y asi se confirma en
"Elizabeth", corte dividido en dos partes bien diferenciadas. Tras el ataque del monstruo en la mitad de la pista, Doyle retoma la música con una reinterpretación de
"The Creation". Ya no hay tanta grandilocuencia y los instrumentos parece que tocaran con desgana, arrastrando las notas, para una segunda creación que se presenta aun mas enfermiza que la primera. Tras esto, en
"She's Beautiful" y al igual que sucedia en
"Evil Stitched To Evil", la música es dubitativa y expectante tras el experimento, aqui ademas representando la confusión de ella. Hasta el 2:22, momento que sería el del rechazo de Elizabeth hacia lo que le ha pasado, lo que le lleva a suicidarse (minuto 2:50).
"He Was My Father" es la conclusión tras la tragedia. Criatura y creador se reencuentran para morir juntos en un in crescendo final que cierra uno de lo mejores scores de las últimas décadas, lleno de energia y rabia, y con la habitual elegancia british del compositor.