Las propuestas propuestas
Santiago Niño Becerra - Lunes, 08 de Febrero
Si, ya saben: esas: las de la Reforma Laboral. Propuestas, dicen, ‘para crear empleo’. Veamos.
- Trabajo a tiempo parcial. Contratación, incluso indefinida, pero por una jornada inferior a la legal. Siempre se pone como ejemplo a Holanda: casi el 35% de la población ocupada lo está a tiempo parcial, y se quiere copiar el modelo: si las empresas van a necesitar a menos gente, que contraten a más menos horas diarias. Es un buen razonamiento, pero tiene un problema. En puridad el contrato a tiempo parcial lo pide la oferta de trabajo, no lo impone la demanda de trabajo, y lo pide porque la renta que va a obtener por ese tiempo parcial ya le es suficiente, es decir, quien lo pide busca tiempo porque ya tiene renta. En España se precisa renta, no tiempo, por lo que si se profundiza por ese lado del tiempo parcial la demanda de trabajo buscará muchas compensaciones y la oferta de trabajo tendrá que aguantarse: paro encubierto a cambio de desempleo; pero las estadísticas mejorarán.
- Decrementar la jornada: el famoso modelo alemán; pero los salarios se reducen, aunque en principio el Estado paga la diferencia (en la variante USA las horas trabajadas descienden por imposición de la empresa, los salarios disminuyen y el Estado no paga nada). Ya lo hemos comentado: en el reino no funcionará: las empresas necesitan personas completas, pocas o muchas, pero personas completas, en Alemania precisan horas de personas que pueden coincidir, o no, con personas completas, es por la productividad, claro. Pienso que puede ser la puerta por la que se acceda al reparto del tiempo de trabajo: donde hay una persona a ocho horas pueden haber dos a cuatro.
- Penalizar los contratos temporales. Error: se contrata a quien se necesita durante el tiempo que se necesita para que haga lo que se necesita, cada vez más. Si se penaliza eso los costes se incrementarán: estimulará la economía sumergida y/o el aumento de productividad reduciendo plantilla. ¿no está aumentando ahora en España la productividad?.
- Favorecer la contratación indefinida. Por lo mismo de antes: error. Vamos hacia lo cambiante, máxime durante la parte más dura de la crisis (2010 – 2012), luego, ¿cómo incrementar la contratación indefinida?; además, es una falacia: ¿cuál es el coste de despedir a una/un mileurista que lleva un año trabajando con ‘contrato indefinido’?, pero tiene réditos políticos.
- Abaratamiento del despido (en stand-by). Absurdo. Quien necesite a alguien le va a contratar independientemente de lo que cueste despedirle, si los costes de despido descienden eso rebajará los de quien contrate, pero no incentivará la ocupación de personas no necesarias; claro que si la demanda de trabajo piensa en la retroactividad y/o en la sustitución de trabajadora/es más caros por otras/os más baratas/os …
- Potenciar el empleo juvenil. No entiendo como casa esto con la intención de prolongar la edad de jubilación, ni con un escenario de necesidad decreciente del factor trabajo, ni con la experiencia que hoy se solicita. ¿Estarán pensando en empleo de baja cualificación?, ¡pero si la juventud española está hipercualificada!, pero … ¿está el número necesario cualificado en lo que debería estarlo?.
Estas propuestas, ¿sirven para arreglar algo?, ¿dan confianza?, o sólo son un mareo de la perdiz que, a lo sumo, supondrá un decremento en unos gastos laborales. Y el principal partido de la oposición, “Nada de nada” (Amaral, 2000).
Reformas que se van a hacer, pero con ‘Respeto’: ya hemos hablado aquí de esto: “debería ser posible examinar si …”, “no deberíamos desechar el debate sobre …”: del documento elaborado por el Gobierno y entregado a quienes deben negociar (El País 06.02.2010, Pág. 22). Se acabará haciendo lo que ya se sabe que se va a hacer, pero con Respeto, con apariencias: ‘Le estoy diciendo que Ud. ya no es útil, pero se lo estoy diciendo con respeto’. Pues eso.
(‘El castigo de los mercados’. Los mercados, pienso, están castigando el estado en que se encuentra la economía española, estado que se manifiesta de muchas maneras, entre ellas, a) la capacidad de la economía (no sólo del Estado) de devolver lo que ahora está pidiendo a fin de mantener el nivel de gasto necesario (se dice que para que se recupere la economía) para aguantar unos meses más, b) la situación real en que se hallan las compañías y las entidades financieras españolas: ¿verdaderamente es el que se dice que es?, y c) la capacidad del Estado para reducir gasto: a menos gasto menor necesidad de endeudamiento. Pienso que no tanto se juzga el futuro como el cómo la economía española ha llegado hasta donde ha llegado; y no sé que es peor).
Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.