Demagogias las justas, por favor.
El feminismo radical es un problema gordísimo, precisamente porque su discurso se basa en ideologías sesgadas en lugar de hechos objetivos. Y si realmente quieres encontrar soluciones reales a las muertes y a las agresiones deberías basarte en hechos objetivos, no en creencias no verificadas empíricamente. Es imposible solucionar los problemas cuando partes de premisas equivocadas. Cualquiera persona que defienda la plena igualdad de derechos entre ambos sexos debería rechazar de pleno los postulados del feminismo radical.
En primer lugar, debo aclararte que hablar de "violencia de género" en la España de 2018 es una chorrada supina. La violencia no tiene género, la violencia es violencia y es igual de condenable ejerza quien la ejerza. No, puede que las feministas radicales no vayan matando machirulos por ahí, eso no quiere decir que sus acciones no hagan daño. ¿Podrías decirme cuántos hombres han muerto este año asesinados por sus parejas? Seguro que no. ¿Y sabes por qué? Porque a nadie le importa. Cualquier persona que lea los medios con asiduidad podrá decirte cuál es la cifra de mujeres muertas a mano de sus parejas tanto en lo que llevamos de año como desde que se empezaron a contabilizar las muertes. Porque son cifras que salen en los periódicos día sí día también. Pero nadie se sabe la cifra de hombres que mueren a mano de sus parejas, o la de niños que mueren a mano de sus padres, porque si esas cifras se divulgasen junto a las de "violencia de género" quedaría constancia de la inconsistencia de su discurso. Por no hablar de todos los varones cuyas vidas han sido destrozadas por una injusta Ley Integral de Violencia de Género que vulnera principios constitucionales básicos como la igualdad ante la ley o la presunción de inocencia.
Por cierto, lo de ponerse a comparar números de muertos puede llegar a ser un arma de doble filo, porque como nos pongamos a comparar las cifras globales de hombres muertos (ya sean por homicidio, accidente laboral, accidente doméstico o suicidio) con las de mujeres fallecidas en idénticas circunstancias podríamos llegar a argumentar que la "violencia de género" es un problema insignificante.
Los que criticamos el feminismo radical no es porque no nos importen las muertes y las agresiones, sino porque consideramos que todas las muertes y todas las agresiones son igual de graves, y que diferenciar entre muertes de primera y muertes de segunda como hace el feminismo radical no soluciona los problemas sino que los agrava.
Última edición:
Van a trabajar ellos en los invernaderos? A qué países piensan exportar sus hortalizas?
.
Veréis que risas cuando sean las generales, y cuando haya nuevas elecciones en Cataluña, y pase lo mismo que en Andalucía (que va a pasar), y empiecen a levantar las alfombras de la Generalitat y de los partidos que mandan ahora mismo. Nos vamos a reir una jartá, pisha... 
