Sólo pueden hacerlo si hay indicios de delito; con una orden judicial; o si el dueño les da permiso.
No pueden entrar, por sistema, donde les dé la gana.
Problemas importados del tercer mundo, que algunos os empeñáis en minimizar (hasta que os exploten en la cara).
Nuestra desidia es la que le está dando matarile al primer mundo... y esto sólo acaba de empezar.
Le quieren dar la vuelta a la tortilla. Nosotros, a vivir como los chinos: bicicletas y patinetes en vez de coches; pisos-patera en vez de casa en propiedad; condiciones de trabajo paupérrimas; sueldos de miseria (salvo los enchufados y funcionetas); grillos en vez de jamón... y, por supuesto, ni libertad, ni seguridad, ni leches... Obediencia, sumisión y miseria.
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A mí me da igual; yo no soy judío." Pues no has entendido nada, macho.
"Inútiles"... ¡Qué bonito! ¿A qué me recuerda eso?:
¿Qué justicia? ¿La justicia que se reparten como cuatreros los partidos políticos para seguir manejando el cotarro a su antojo? ¿La que permite que el Gobierno se salte la Constitución a la torera sin consecuencia alguna e incluso que sus miembros se jacten de que lo volverían a hacer? ¿Esa justicia?
Desengáñate. A cambio de sacrificar tu libertad no vas a ganar seguridad; con estos desgraciados perderás las dos cosas.
¿Hambre? La luz ha subido un 400% en sólo un año; los precios de los alimentos, disparados; paro y trabajos de miseria; fomento de la inmigración ilegal...
Puede que tú no, pero muchos compatriotas ya las están pasando putas, Krell.
- No repartas tú el pescado, cabrón (que te quedas con todo lo bueno y a los demás nos dejas las raspas); ¡respeta mi libertad y DÉJAME PESCAR!