La epidemia y el desastre sanitario y económico que estamos vivendo podrían contribuir (sospechosamente, vive Dios
) a dar nuevos pasos en la dirección marcada por la agenda mundialista.
Bill Gates ya habla de controlar la propagación con un “certificado digital” para cada ciudadano , que permita a las autoridades y empresas saber si la persona ha sido testeada, infectada , curada o vacunada ( cuando haya vacuna), con objeto (supuestamente) de aumentar la distancia social en caso de individuos infectados.
Uno de los escollos que puede encontrar esta propuesta es la oposición de mucha gente a que este certificado se almacene en un chip rfid implantado en cada persona de forma subcutánea, pero, si las cosas siguen empeorando , supongo que el estado de excepción al que vamos daría poder adicional a las autoridades para obligar a toda la población.
En Dinamarca acaban de aprobar la ley que obligará a la vacunación del corona cuando aparezca la vacuna.
Es de suponer que otros gobiernos sigan el ejemplo y mucha gente los apoye. Veremos si hay también propuestas legislativas referentes al marcado digital de las personas con el que la distopía de todos los individuos geolocalizados y vigilados se hara realidad.
A mí por lo menos me saltarían todas las alarmas y a este señor que publica hoy un artículo en el financial times creo que tambièn:
Así vislumbra el gurú de «Sapiens» cómo será el mundo tras la pandemia del coronavirus