Hombre, ni tanto ni tan calvo con el tema de los celtas.
El problema es que a los celtas se les considera un pueblo como tal, como si hablásemos de los actuales escoceses o irlandeses. Y en realidad se trata de un conjunto de pueblos de la Antigüedad, que compartían ciertos rasgos culturales similares y una lengua derivada de un tronco común. Ese conjunto de pueblos se fueron asentando por toda Europa Occidental, incluyendo la Península Ibérica y, dentro de ella, también en Galicia, pero también en la actual Aragón, Castilla, León, Asturias, Portugal, Extremadura, e incluso Andalucía.
El tema está en que, como dice Atreus, los nacionalistas románticos gallegos buscaban a toda costa la mayor diferenciación posible del resto de España, y empezaron a mezclar la cultura tradicional gallega con mitos irlandeses como el de Breogán y sus polluelos. Probablemente estos mitos tengan algo de verdad histórica, pues Galicia forma parte de una digamos región geográfica y paisajística común (el arco Atlántico del occidente europeo), e históricamente siempre ha habido trasiego de comercio y poblaciones entre las islas británicas y el norte peninsular. Pero nunca en cantidades tan elevadas que hagan pensar en una substrato cultural común, más allá de algunas características que están también presentes en otros lugares (cosas de ser indoeuropeos), los cuales no suelen formar parte de los festivales de música intercélticos.
Por otro lado, la propia cultura aborígen de Galicia, el comercio con los fenicios, la posterior conquista romana y germánica, las influencias mozárabes y judías, el Camino de Santiago, y la estrecha relación con Latinoamérica conforman una apabullante mezcolanza de culturas en Galicia (y en toda España en general) que ya quisieran para sí Irlanda, Escocia o Gales. Desde luego, la cultura gallega (o de cualquier otra parte de España) tal cual es inmensamente más rica e interesante que cualquier cuento celta de hadas y druidas.
Un saludete.