Esto tiene mucha chicha para un terapeuta. Es confuso, misterioso, algo incomprensible y revelador por otra parte. Todo tiene un por qué y a todo le falta una explicación.
Suele pasar en un foro, por las características estructurales intrínsecas del mismo, que haya gente que lo necesite para su desarrollo personal. Que se agarre a este espacio libre, anónimo, sin prejuicios para encontrar un trocito de felicidad. Que le permita ser como uno es en realidad, sin esconderse, y que encuentre a gente que eso le guste.
Pero esto provoca también exponerse a lo contrario, a la burla, y la incomprensión. El caso de Gary es un caso de libro. Un tío que me huele a excepcional, que encuentra un espacio donde expresarse a su manera y en el que se le valora como lo hace. Y cada vez se abre más. Hasta que llega esto.
En el primer post hilo ya me olí la tostada. Tuve conciencia al instante de quien era la tostadora, quien la tostada, quien la mantequilla y quien, desafortunadamente, sería el murphy de turno. El que hace que la tostada se caiga por el lado de la mantequilla. Ese murphy tocacojones que siempre jode la tostada. Y que provoca que siempre haya que tirar la tostada a la basura porque una vez se ensucia se echa a perder.
En el primer instante que leí el post de gary pensé, "en menudo lío se va a meter con la personalidad de alguno que campa por aquí", pero también pensé, "qué fucking maravilla se acaba de cascar este sorprendente gary".
Lo de gary es una obra de arte. Dejando de lado su propia fragilidad, su exposición a las opiniones ajenas, si Alba existe o no, lo que gary cuenta y cómo lo cuenta, cómo formalmente lo escribe, es portentoso. Literariamente brillante en composición. Consigue en un solo post que me interesen los personajes de los que habla y lo que cuenta. Lo que leo y lo que me imagino. Una pareja fascinante. Por un lado parecen almas gemelas, por el otro huele a fragilidad por todos lados. Algo no parece cuadrar. Y cuando sigue escribiendo más post todo cuadra.
La relación es fascinante. ¿qué la sostiene? Gary es un tío con problemas, según él ha contado en ocasiones, pero aún no calibrados en su totalidad. Se vislumbran, pero no alcanzo a valorar en qué lo pueden limitar, física o emocionalmente. No sé si está encerrado en casa o no, si tiene vida social o no, si hace amigos con facilidad o no, aunque parece que sí puede llegar a tener más dificultad que otros. Pero es algo que te puedes imaginar. No lo sabes. Aparece Alba, enigmática, retratada como brillante, guapa, virtuosa en el arte de la música, intelectual. Y hay amor, hay sexo, hay diálogos brillantes, nada convencionales y Gary decide compartirlos.
Y lo hace magistralmente. Con un formato narrativo extraordinario, si conectas con él. Conciso, contundente, no hay puntadas sin hilo. Como aficionado a la literatura, como lector de miles de libros, su forma de relatar la relación me parece soberbia. Ansío leer más. Es fascinante.
Y va y ese regalo que nos hace una persona misteriosa y frágil como Gary, que nos enseña su alma hasta la desnudez absoluta, es recibida por algún forero con burla y crítica descarnada. Es lo que tiene la amargura. A la gente a la que la vida le sabe amarga los árboles no le dejan ver el bosque.
Entiendo que la vida funciona como una mierda, que ser feliz cuesta un huevo y que hay más malas noticias que buenas. Y que eso agria el carácter. Y que alivia un poco a tu mierda de vida saber que la de los demás huele a la misma mierda. Y así se forja el carácter de los amargados, los que son capaces de ver ,nada más mirar la vida ajena, el lado negativo de las cosas. Y en vez de ver lo bueno de los demás y analizar si lo que hace feliz a los demás podría hacérmelo a mí, se esmeran en convencer a cuantos más mejor de que la felicidad es mentira, un disimulo, un truco y un timo.
Esta reflexión viene al hilo del comentario de algún forero remarcando, con desafortunada chanza, lo que todos también vemos pero que vemos innecesario por obvio. Que gary se desnuda en exceso. Pero es un hombre adulto que no ha cruzado ninguna línea peligrosa y que en su narrativa bordea la maestría. Y eso me hace sentir tranquilo. Porque donde antes sentía incertidumbre ahora respiro tranquilo. Gary sabe lo que hace.
Sigue Gary y quien sepa leerte que lo disfrute. Es una obra de arte.
