Respuesta: George Miller, ¿lo vale?
Happy Feet:
Obra de arte (que no obra maestra) donde Miller dio en el clavo con esta historia original y que contó con un animal que, casualidades de la vida, tiene el beneplácito de la crítica y el público: el pingüino. En este caso podríamos considerar una nueva versión (o revisión animada del Cantor de Jazz, muy sui generis, eso sí). En este caso es que todos los pingüinos son cantores menos uno, Mumble, que "canta con el cuerpo".
A partir de aquí nos marcamos una historia de aceptación, de seguir el camino de uno, ser uno mismo y toda la pesca. Una BSO de lujo, una animación desbordante, muy bien plasmada, una fotografía de órdago y sobre todo una puesta en escena de lujo. Lo malo es que esta película tiene algo que no me hace aplaudirla del todo, no me arranca al 100% (quizás, y sólo quizás, es el protagonista, que no logro cogerle el punto y ya van con este unos 4-5 visionados).
Con algunos momentos acertados y una recreación del mundo ártico de escándalo lo que sí es cierto (y no lo pongo en duda alguna) es que es una de las mejores piezas animadas de los últimos tiempos donde no se ha escatimado en el lujo por el detalle (los escenarios y la calidad del agua es perfecto, quizás no tanto así en el acabado de los personajes).
Aún y todo recomendable.