No sé si habrás ido a alguna Mascletà, pero yo los momentos de mi vida es los que más miedo paso es cuando estoy allí y de repente oigo a la muchedumbre gritar: "¡¡Que bote Rita!!"
Y ella bota. Y vuelve a botar. Y el balcón lleno de gente. Y da otro bote. Y parece que de un momento a otro todo se vaya a venir abajo. Y bota. Y yo me tapo los ojos, no lo quiero ver. Y entonces, bota de nuevo.
Porque ella no salta. Ella bota.