Muy señor mío,
Nos hallamos extremadamente preocupados ante las noticias que surgen en relación al llamado “Banco Malo”, que debiera liberar a la banca española de sus activos tóxicos inmobiliarios para permitirles continuar con sus operaciones diarias. Este mecanismo obtendrá los recursos necesarios del dinero de los contribuyentes, un mal necesario sólo aceptable cuando consideramos sus beneficios potenciales para la economía española y, consecuentemente, para la credibilidad de la Eurozona y la Unión Europea.
Desafortunadamente, se aprecia de forma cada vez más evidente que el gobierno español tiene sus propias ideas respecto a este “Banco Malo”, ideas que se desvían de lo que debe considerarse de interés para los ciudadanos de España y Europa. Analizando la información que se publica sobre la creación de este mecanismo financiero, queda claro que el gobierno español no tiene ningún interés en permitir una corrección en el precio de los activos tóxicos inmobiliarios que albergan los balances de la banca española.
Muy al contrario, el gobierno parece estar contemplando el usar el músculo financiero ofrecido por el mecanismo para mantener el nivel de precios actual de los activos tóxicos. Las consecuencias de esta perversión del objetivo original son ciertamente de la suficiente magnitud como para justificar nuestra legítima preocupación y la de todos los ciudadanos europeos.
En primer lugar, este escenario supondría impedir la necesaria corrección de precios en el mercado inmobiliario español. Esto atenta directamente contra el objetivo repetidamente anunciado de restaurar la competitividad de la economía española, ya que los altos costes inmobiliarios impiden la movilidad laboral y reducen la renta disponible de muchos trabajadores españoles a niveles cercanos a cero.
No son sólo los contribuyentes españoles quienes deberían sentirse preocupados por sus ahorros, sino todos los ciudadanos europeos, dado que los bancos se desprenderían de sus activos tóxicos a un “valor a largo plazo” muy superior a su precio actual. En las condiciones de mercado actuales esto convertiría al “Banco Malo” en un congelador de ladrillos, puesto que con unos precios tan alejados del mercado no cabría albergar esperanzas de grandes ventas masivas de activos inmobiliarios a inversores privados. Por tanto, el esfuerzo de los contribuyentes españoles y europeos sería en vano.
Para España, este escenario dejaría una población aún más empobrecida, unas perspectivas sombrías para un sector industrial que habría encontrado un gran apoyo en un abaratamiento de los costes inmobiliarios, y un gobierno aún más endeudado.
Para Europa, este escenario supone el gasto de cientos de miles de millones de euros de los contribuyentes, dinero que iría al sistema bancario español sin contrapartida significativa alguna. Además, lastraría la recuperación de la economía española, lo que añadiría dudas y especulaciones sobre el futuro de la Eurozona como entidad viable.
Nosotros, como humilde colectivo de ciudadanos que aspiramos ver a España y Europa retomando el camino a la prosperidad, sinceramente esperamos su ayuda en la reconducción de este plan, que en su presente configuración atenta directamente contra los intereses de España y sus amigos y aliados europeos.
Atentamente,
Transición Estructural
Transición Estructural.net
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Edito para añadir enlace a las versiones en inglés, alemán y francés:
Carta denuncia sobre el banco malo.