¡Por fin!
Bueno, me apetece decir un par de cosillas sobre el corto.
En primer lugar tengo que comentar que me ha puesto una sonrisa de oreja a oreja tremenda mientras lo veía; no sé, me ha parecido muy honesto, tierno, melancólico, positivo, meditativo, sentimental pero no sentimentaloide, ligero y profundo al mismo tiempo, y todo sin ser nada pedante. Vamos, que por decirlo de alguna manera, creo que si
La Soledad hubiera seguido el mismo camino con la historia de la madre, hasta me hubiera parecido buena.
Y lo que más gratamente me ha sorprendido ha sido que las interpretaciones están muy bien. No en todos los cortos pasa lo mismo, se nota que Gustavo vale para dirigir a actores y que tiene buen ojo, y si no, ved
Making up y recapacitad sobre lo difícil de dirigir a chavales. Y aún así, consigue que parezca lo más fácil del mundo.
En cuanto a la fotografía de nuestro Dios, Nacho, sólo puedo decir que me ha gustado muchísimo.
Combina una estética naturalista (principalmente con la escena entre los dos jóvenes) con ese aire de película española sesentera que tan bien recrea la sensación de soledad y de melancolía del personaje de Jesús Guzmán (que está estupendo). Otros no hubieran seguido ese camino, se hubieran quedado en lo puramente naturalista. Nacho, confía en tus instintos, que te llevan por buenos derroteros
En lo que a la difusión y la sobreexposición se refiere, dejando de lado las coñas sobre Kaminski, tengo que decir que funciona porque es uno de los puntos de evolución de la foto del corto, llegando a su mayor nivel en el bar, un momento que se visualiza de un modo muy íntimo y familiar. Y además añado que la difusión sin sobreexposición sólo se notaría en pantalla grande, así que al polaco "brillantinas" no le debe nada de nada.
El plano del ascensor creo que te hubiera gustado si la luz hubiera sido más difusa, pero entonces se hubiera perdido lo cotidiano e incómodo de esos momentos. Me gusta tal y como está, nada de mayor difusión, que además así se marcan más las diferencias generacionales de las que trata (en parte) el corto.
Lo único que me resulta extraño es el etalonaje. No sé hasta qué punto pudiste controlarlo, y supongo que rodar en 16mm no es la situación ideal, pero, ¡qué coño, es tu primer corto en celuloide!
Y todo eso en unos minutos. ¿Os imagináis lo que serían capaces de hacer en un largo rodado en 35mm y con condiciones económicas favorables? A mi no me cabe en la testera.
El resumen: