Respuesta: LOS SUSTITUTOS de Mostow + cortometraje infecto
(
Surrogates, Jonathan Mostow, 2009)
El mundo de la robótica y la tecnología empleada para el bienestar del ser humano siempre ha estado presente en el séptimo arte. Títulos como "Yo, Robot", "Wall-E" o "Los sustitutos" se encargan de representar un futuro donde si bien es cierto la idea de base es una mejora en el estilo de vida acaban prorrumpiendo en un desastre que nos aisla y no compensa. 3 años después desde el visionado en cines indicaré que si bien es cierto no me parece que sea una gran película, desde luego sí merecía una nueva oportunidad.
Mostow, con un pulso narrativo más bien pausado pero sin dejar a un lado su ritmo endiablado para las escenas de acción, propone un futuro donde los humanos acabamos anclados en el interior de nuestras casas pues nuestros avatares se encargan de realizar las tareas cotidianas por nosotros logrando además que acabemos aislados de cualquier contacto ya sea físico como emotivo pues los robots que nos representan son simples autómatas carentes de sentimientos. Pero a su vez la historia es una puesta al día de lo que la publicidad y la belleza siempre ha puesto de manifiesto que no es otra cosa que mantenerse joven y guapo a partes iguales, jugando con el engaño y autoreafirmándose en supuestas bondades de un mundo sintético.
Desde luego no es un mal producto, simplemente merecía un tiempo de reposo prudente para confirmar(me) que lo que en principio se proponía como un filme detectivesco de dudosa eficacia, pues el guión es más bien blando y sin mucho alarde, más allá de algún giro argumental más o menos acertado, lo que aquí destaca y no desmerece es una idea general acertada. Pero Mostow es un director de acción y no se puede negar que aún siendo un producto justito no se debería lapidar del todo pues en las pocas escenas que hay no desmerece la realización empleada.
Visualmente juega con una grotesca sensación de irrealidad, gracias a unos efectos visuales y un maquillaje con la dosis necesaria para conseguir la sensación malsana requerida. Un guiño plástico a una realidad no tan alejada de lo que en la vida real acontece: personas anónimas ocultas tras un avatar que intentan seguir manteniendo una vida solitaria, hasta arriba de problemas y autoengañándose tras máquinas que por mucha belleza (efímera) que contenga no deja de ser mero plástico. Que el final sea un grito de advertencia social un tanto encorsetado ("salid, vivid, desconectaos") y que a pesar de todo no será un título referenciado no queda excluído de ser un filme con algo más de enfoque y que merecía ser tratado con más seriedad y menos intereses con fecha de caducidad, en este caso un filme de usar y tirar.
Lástima, porque el material partía con intenciones de ser algo mucho mejor. Pero dentro de lo bueno, bastante alejada de lo que en principio me pareció.