Me descojono cuando un pobre vejete a punto de ser lapidado sigue soliviantando a los ejecutores hasta que terminan matándose entre ellos; cuando el público de las bienaventuranzas se lía a leches y cuando Brian de Nazaret es castigado a escribir cien veces una frase anárquica.
Cuando el capitán Spaulding (o el doctor Hackenbush, o Rufus T. Firefly) intenta por todos los medios proponerle matrimonio o, en su defecto, venderle un seguro a Margaret Dumont.
Me parto la caja cuando el doctor Strangelove pierde el control de su mano, cuando el presidente habla con el dirigente ruso y con la severa réplica del rígido soldado "Que tendrá que responder ante la casa Coca Cola"; con la frase "La infantería hizo de mí el hombre que soy ahora", dicha por aquel sargento manco, tuerto y sin piernas; cuando Henry Jones Sr., huyendo de unos nazis montado en sidecar, se dedica a darle cuerda a su reloj...
Me descoyunto con los ataques de furia de Walter Sobchack, ya sea sacando una pistola en mitad de una bolera ("vas a conocer un mundo de dolor, Smokey"), destrozando un deportivo con un bate de béisbol, insultando a un hispano tocapelotas con inclinaciones sexuales peligrosas y traje ajustado o arrancando orejas a bocados al grito de "¡Sangre, sangre!".
Y para confirmar que soy de la mediocre generación de los post-ochenteros... me descojono vivo cuando Jim Carrey sale desnudo del culo de un rinoceronte falso; cuando canta Cuban Pete rodeado de policías o Somebody to love en un cutre-karaoke; cuando en pleno vuelo imita a William Shanter en Terror a 5000 pies; cuando insulta descaradamente a la plana mayor de su bufete de abogados y aun así sale indemne; y sobre todo, cuando se pelea con un bolígrafo azul. Aquel ridículo y glorioso bolígrafo azul que define en menos de un minuto la esencia de su carrera.
¿Cuáles son vuestros descojones?
Cuando el capitán Spaulding (o el doctor Hackenbush, o Rufus T. Firefly) intenta por todos los medios proponerle matrimonio o, en su defecto, venderle un seguro a Margaret Dumont.
Me parto la caja cuando el doctor Strangelove pierde el control de su mano, cuando el presidente habla con el dirigente ruso y con la severa réplica del rígido soldado "Que tendrá que responder ante la casa Coca Cola"; con la frase "La infantería hizo de mí el hombre que soy ahora", dicha por aquel sargento manco, tuerto y sin piernas; cuando Henry Jones Sr., huyendo de unos nazis montado en sidecar, se dedica a darle cuerda a su reloj...
Me descoyunto con los ataques de furia de Walter Sobchack, ya sea sacando una pistola en mitad de una bolera ("vas a conocer un mundo de dolor, Smokey"), destrozando un deportivo con un bate de béisbol, insultando a un hispano tocapelotas con inclinaciones sexuales peligrosas y traje ajustado o arrancando orejas a bocados al grito de "¡Sangre, sangre!".
Y para confirmar que soy de la mediocre generación de los post-ochenteros... me descojono vivo cuando Jim Carrey sale desnudo del culo de un rinoceronte falso; cuando canta Cuban Pete rodeado de policías o Somebody to love en un cutre-karaoke; cuando en pleno vuelo imita a William Shanter en Terror a 5000 pies; cuando insulta descaradamente a la plana mayor de su bufete de abogados y aun así sale indemne; y sobre todo, cuando se pelea con un bolígrafo azul. Aquel ridículo y glorioso bolígrafo azul que define en menos de un minuto la esencia de su carrera.
¿Cuáles son vuestros descojones?