Respuesta: Moneyball: Rompiendo las reglas
Una de las apuestas para los Óscars de éste año. Protagonizada por Brad Pitt, es una película ambientada en el mundo del beisbol sobre el director de un equipo de baja categoría que intenta remontar mediante una nueva técnica basada en los números. La novedad está en que no se centra en los jugadores sino en quien está detrás del juego, cuya lucha es igual de difícil y de esforzada (en el fondo sigue siendo una película deportiva más, realmente). Casi no hay secuencias de partidos, y en éste sentido es algo así como la hermana pequeña de La red social, donde interesan más las historias personales de los protagonistas que el tema en sí. La diferencia aquí está en que Bennett Miller no es David Fincher, y su labor no pasa de la corrección más insípida. Puesta en escena muy pobre y sin nada destacable, diálogos sin gracia e interpretaciones que ni fú ni fá (me pregunto a qué viene lo de Philip Seymour Hoffman) para una historia que no deja de ser el habitual drama sobre la redención y el sacrificio de un hombre, es decir, de eso tan americano que tanto mola en el cine hollywoodiense. Lo positivo es que opta por la contención y no por el sentimentalismo, y la faceta del personaje de Brad Pitt que podría dar pie a lo lacrimógeno es tratada discretamente… pero es todo tan correcto y tan previsible que produce sopor, son dos horas que a la larga se me han hecho cuesta arriba porque el director no sabe darle el ritmo y el interés necesario a la propuesta. Por otra parte, utiliza una jerga y unos términos que son difícilmente comprensibles para quien no tenga ni pajolera idea del deporte ni del negocio, aunque obviando esto, se sigue fácilmente.
En resumen, es una película que cuanto menos logra interesar aunque el beisbol te la sople, pero es tan gris y tan falta de chispa que, realmente, no aportada nada.