Muerte piscina y aguja dinámica (Deadpool & Wolverine)

Es despreciable.

Estas películas que se venden como anti-woke (como estas y American Fiction en el cine indie) suelen ser una basura que te hacen bajar la guardia para colarte cosas mucho peores. A diferencia de Furiosa que te venden como woke y termina siendo algo maravillosamente clásico.

Y si el multiverso ya es una teoría científica ridícula sin ningún tipo de evidencia (mitología para ateos), cuando se aplica a la narrativa es directamente suicida.

Estas películas son todas iguales. Existe una especie de correlación inversa entre el tamaño que el autor/narrador afirma que tiene su mundo y el tamaño de su imaginación. La idea de cada historia de "multiverso" es que no sólo abarca el universo entero, sino todos los universos posibles. A medida que el escenario de la historia se expande, las preocupaciones de la trama se contraen: la única historia que es posible en todos los mundos posibles es que un villano está tratando de destruir todos los mundos posibles y que una colección de variaciones del protagonista deben unirse para derrotar al villano, que también podría ser una variación del protagonista. Ninguna otra composición narrativa es parsimoniosa o concisa dentro del escenario del "multiverso". Si la historia es cualquier otra cosa, entonces el multiverso no es el escenario; como mucho es una pieza del decorado.

Mientras que la mayoría de las historias se ocupan de la dinámica del comportamiento de múltiples personajes, las historias de multiverso tratan de un solo personaje obligado a negociar algún terreno intrasubjetivo como una prueba de pura interioridad. Si el conflicto estrictamente interno no puede resolverse, entonces el resultado es el fin de cada persona posible en cada universo posible. Lejos de tener la amplitud que pretende, este tipo de pensamiento es el de un niño pequeño. Un niño no puede distinguir entre sus propias preocupaciones personales y las del resto del mundo. Si un niño de tres años no consigue su juguete, realmente se siente como el fin de todos los universos posibles... desde su perspectiva. Las historias del "fin del mundo" son infantiles (aunque hay algunas maravillosas) y atraen a los niños, porque metafísicamente, no logran distinguir entre el universo de un individuo y el universo mismo. Tanto para los autores como para el público, las historias del "fin del mundo" son un síntoma de solipsismo y provincianismo: cuanto más pequeño es tu mundo personal, más fácil es derribarlo todo. Las historias del multiverso son un caso aún más extremo de esto: no es lo suficientemente catastrófico como para acabar con el mundo: lo que está en juego en tu drama familiar personal no es meramente existencial con respecto a todo el planeta, o toda la galaxia, o cualquier distribución finita del espacio y el tiempo, no. Si no puedes pedirle perdón a tu madre, toda la existencia y el campo de todo lo que alguna vez fue posible y todo lo que alguna vez pudo haber sido, tiene que ser aniquilado. Es soporífero.
 
reconozco que me la puse ayer y me hizo cierta gracia

ellos dos, los chistecitos, los cameos cutres (el supergrupo ese!), el reirse de todo y las mil referencias (que si Disney, que si Buscema, que si Blake, que si Mangold...)
 
La única secuencia que me hizo cierta gracia la de la canción de Madonna con el travel lateral...tampoco esperaba gran cosa...
 
Me quedo con la pelea en el coche con "Grease" de fondo y la archicacareada con "Like a prayer".
Por lo demás, pues los guiños-codos para contentar al público y a modo de despedida.
Hala, a la papelera.
 
Por cierto. Esperaré al Disney plus porque me tiré toqueteando configuración de la tele lo más grande. No había manera de sacar color y definición de manera que dijeras "guau como luce el 4k".
 
Es despreciable.

Estas películas que se venden como anti-woke (como estas y American Fiction en el cine indie) suelen ser una basura que te hacen bajar la guardia para colarte cosas mucho peores. A diferencia de Furiosa que te venden como woke y termina siendo algo maravillosamente clásico.

Y si el multiverso ya es una teoría científica ridícula sin ningún tipo de evidencia (mitología para ateos), cuando se aplica a la narrativa es directamente suicida.

Estas películas son todas iguales. Existe una especie de correlación inversa entre el tamaño que el autor/narrador afirma que tiene su mundo y el tamaño de su imaginación. La idea de cada historia de "multiverso" es que no sólo abarca el universo entero, sino todos los universos posibles. A medida que el escenario de la historia se expande, las preocupaciones de la trama se contraen: la única historia que es posible en todos los mundos posibles es que un villano está tratando de destruir todos los mundos posibles y que una colección de variaciones del protagonista deben unirse para derrotar al villano, que también podría ser una variación del protagonista. Ninguna otra composición narrativa es parsimoniosa o concisa dentro del escenario del "multiverso". Si la historia es cualquier otra cosa, entonces el multiverso no es el escenario; como mucho es una pieza del decorado.

Mientras que la mayoría de las historias se ocupan de la dinámica del comportamiento de múltiples personajes, las historias de multiverso tratan de un solo personaje obligado a negociar algún terreno intrasubjetivo como una prueba de pura interioridad. Si el conflicto estrictamente interno no puede resolverse, entonces el resultado es el fin de cada persona posible en cada universo posible. Lejos de tener la amplitud que pretende, este tipo de pensamiento es el de un niño pequeño. Un niño no puede distinguir entre sus propias preocupaciones personales y las del resto del mundo. Si un niño de tres años no consigue su juguete, realmente se siente como el fin de todos los universos posibles... desde su perspectiva. Las historias del "fin del mundo" son infantiles (aunque hay algunas maravillosas) y atraen a los niños, porque metafísicamente, no logran distinguir entre el universo de un individuo y el universo mismo. Tanto para los autores como para el público, las historias del "fin del mundo" son un síntoma de solipsismo y provincianismo: cuanto más pequeño es tu mundo personal, más fácil es derribarlo todo. Las historias del multiverso son un caso aún más extremo de esto: no es lo suficientemente catastrófico como para acabar con el mundo: lo que está en juego en tu drama familiar personal no es meramente existencial con respecto a todo el planeta, o toda la galaxia, o cualquier distribución finita del espacio y el tiempo, no. Si no puedes pedirle perdón a tu madre, toda la existencia y el campo de todo lo que alguna vez fue posible y todo lo que alguna vez pudo haber sido, tiene que ser aniquilado. Es soporífero.
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Deadpool y Lobezno

Esto es cine del bueno, ¡sí señor!, cine con mayúsculas.

Deadpool y Lobezno es todo lo que podía esperar y más, pues no sólo ha cumplido con mis ya de por sí altas expectativas, sino que las ha superado. Sin duda alguna estamos ante la mejor entrega de la saga.

La historia es cojonuda, el ritmo es vertiginoso y la forma en la que lo han hilado todo me ha encantado, empezando por todo un desfile de cameos de supers, pasando por la conexión con la serie de Loki y terminando con uno de los puntos fuertes del film: su villana. Cassandra Nova resulta intimidante, al mismo tiempo que desprende un fuerte magnetismo, gracias a un personaje con un grandísimo potencial, del que quieres saber más y más.

No sé si será verdad, pero he leído por ahí, que Disney tendría pensado proponer a Hugh Jackman a Mejor Actor Secundario para la próxima edición de los Oscars. Ojalá sea así y lo gane, pues bien merecido lo tiene. Su trabajo es excepcional y lo viene siendo desde hace ya 24 años, pero sin duda alguna ha alcanzado su cenit en esta última película (ojalá no sea la última vez que podamos disfrutar del Lobezno de Jackman, pues ahora más que nunca parecen haber dado con el punto del personaje). Ryan Reynolds sigue igual de genial que siempre, es imposible no reírse con sus chistes y con su forma de ser.

Respecto a las escenas de acción... ¡guau!, todas están bestiales, pero hay tres que sobresalen sobre las demás y muy especialmente la que para mí es la mejor de todas: la del coche. ¡Madre mía!, lo que me reí con esa escena, al mismo tiempo que no dejaba de alucinar con las coreografías tan increíbles de la pelea, ¡una auténtica joyita!

La selección musical del film está muy guapa, siendo el momento del archi-promocionado tema de Madonna "Like a Prayer", uno de los más cojonudos de la película.

Frente a un presupuesto de 200 millones, en este momento la película lleva ingresados mundialmente la acojonanting cifra de 1.331 millones de $. En base a estas cifras, parece claro que la franquicia de Deadpool goza de la mejor salud y nos asegura muchas más películas.

No veo el momento de hacerme con el 4K de Deadpool y Lobezno, ¡que ganas por Dios!

P.D: Mira por dónde, una película sin wokismo, ni feminazismo, resulta ser unos de los grandes pepinazos de 2024. Al final va a resultar que el público no está cansando del cine de superhéroes, sino cansado de mierdas panfletarias.

Nota: 10/10
 
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