Así pues, quedó determinado que el cadáver del corso medía cinco pies, dos pulgadas y cuatro líneas. El problema radicó en que esta medida fue tomada en el denominado «pied métrique», un sistema métrico establecido por el propio Bonaparte en 1812 que equivalía a una tercera parte de un metro. Según esta forma de calcular su altura, Napoleón se alzaba del suelo 1,68 metros. Sin embargo, cuando los datos llegaron a Gran Bretaña, los ingleses los interpretaron bajo su propio procedimiento (según el cual un pie contaba con una extensión menor). Así pues, tras hacer los cálculos, determinaron erróneamente que la talla del Emperador era de 1,57 metros.