Atreyub
En busca y captura
Sencillamente brutal. La vida (el último tramo de ella) en su estado más puro. Por la sencilla razón de que, bajo un envoltorio de blanco y negro crudo, se nos presenta a Woody (un Bruce Dern magistral) como buen abuelo Simpson, cabezota y extraño en su sencillez ausente, decide embarcarse en un viaje por esa América profunda para conseguir un propósito a modo de McGuffin bestial. Todo ese periplo quijotesco sirve como preámbulo para adentrarnos en las bondades y miserias de una familia disfuncional, rústica, codiciosa (¿y cual no lo es cuando huele la pasta?) y amigos que nunca lo fueron. Impresionante como conocemos la vida y pormenores de Woody a través de los ojos de otros personajes, que nos explican pinceladas de un hombre de corazón de oro pero que nunca tuvo muchas luces. Una película más de personajes que de situaciones (aunque las tenga, que son las que hacen grande este periplo: los primos zotes totales, el plano de todos los hermanos, la dentadura, el cementerio, el robo del compresor y su resolutiva...) donde el ritmo pausado tiene ecos de cine made in Coen o Lynch. Una road movie existencial enfocada en un cine muy contemplativo y con un toque emotivo final que dignifica, cierra y redondea este plato de realidad cotidiana que se disfruta a sorbos.
Para mi gusto, por ahora, la mejor de 2014.
Para mi gusto, por ahora, la mejor de 2014.