Vista esa de 'Dejar el mundo atrás'. Un film bastante convencionalote, con momentos de suspense bastante conseguidos todo hay que decirlo, pero que peca de ser un refrito de situaciones que ya hemos visto en otras películas de tipo apocalíptico aliñadas con la paranoia tecnológica actual, y sobre todo, de un ritmo bastante pausado y muy centrado en las relaciones entre los personajes, sin que lleguen a ser del todo creíbles pese al buen trabajo del reparto.
Lo más destacable, y no en el buen sentido, es la cargante dirección de Sam Esmail, trufada de planos y movimientos de cámara que pretenden subrayar el desconcierto, pero que no dejan ser exhibicionismo vacío y gratuito. Miedo da pensar en lo que podría haber hecho con el remake de 'Metropolis' si le hubiesen dejado.
Por cierto, ¿qué pintan los Obama de productores ejecutivos?¿quieren ir de los nuevos Phillips o algo así?
En fin, otro producto Netflix que va más de aparentar que de mostrar algo realmente sólido.
Un saludete.