Es que no es eso. Cuando te compras un coche, pides un dinero fijo. Punto. Te comprometes a devolverlo, y listos.
Pero cuando pides una hipoteca, el banco te dice cuanto vale tu casa. Por que la garantía de tu préstamo es el bien adquirido. Y te presta, ojo, no todo el dinero (con las consabidas excepciones), sino un 80%. Es decir, te dice: Oye, ye voy a dejar los euros para que lo compres, pero con un margen de seguridad para mi, ¿eh? Es decir, que yo creo que ese piso vale cien mil euros, y así lo taso, pero te voy a prestar ochenta mil. Por si acaso. Y para dejar las cosas más claras aún, firmas una escritura. En la que dice (básicamente), que la casa, en realidad es del banco hasta que acabes de pagarla. Que es su garantía de que cumples. Y tu tragas. Te arriesgas a que, devolviendo dos cuotas, el banco pueda reclamar su propiedad.
Si esto fuera así, no pondría pegas. Está todo bien claro. Pero luego llegan las sorpresas. Dejas de pagar, y el banco te reclama lo que es suyo. Y luego te dice que como no lo quiere, lo va a subastar. Por una cantidad ridícula. Y que además, te va a enchufar un 40% del importe que debes en concepto de intereses y gastos. Y que por si fuera poco, en los cinco años que llevas pagando hipoteca, apenas has amortizado capital, por que la ley hipotecaria les autoriza a usar una triquiñuela que se llama interés compuesto hipotecario, en virtud del cual empezaste debiendo 80.000, y cinco años después debes 75.000. Eso si, el banco se ha cobrado prácticamente cuarenta mil euros en "intereses". Ahora, con la "venta" de tu casa (que probablemente se la ha quedado un amiguete del director de tu sucursal), vas a amortizar otros diez mil. Con suerte. Y le sigues debiendo al banco (ese que te dijo que tu casa valía cien mil), otros sesenta y cinco mil euros. Y no tienes casa. Eso si, el banco te ha sableado cinco años de cuotas (digamos que casi cincuenta mil euros), lo que se haya sacado en subasta (digamos que diez mil), más los interesas y las costas. Vamos, que recupera casi íntegro su dinero, y ENCIMA, le sigues debiendo más de sesenta mil euros. Negocio redondo, oigan.
Con eso es con lo que hay que acabar. Pero ya. Si usted me presta ese dinero por algo que usted mismo valora en bastante más, y me obliga a poner ese bien como garantía... pues estupendo. Respete su propia valoración y quédese con la garantía. Y ahí termina todo.
Y si no está dispuesto... preste el dinero necesario para adquirir el bien. Y si no cumplo, reclame a través de la vía judicial su dinero, que ya el juez decidirá como me lo saca. Como en cualquier otro crédito.
Manu1oo1