Que los recortes y problemas no está limitado únicamente a proyectos públicos, que eso ocurre también en aquellos que los estamentos públicos no tienen nada que ver.
Ya te entiendo.
Pueeees... Si y no. Está claro que esos problemas pueden ocurrir también en el ámbito privado, pero en el sector público tienes ciertos condicionantes que no se dan en el privado.
Cuando tienes un sistema de adjudicación totalmente establecido y recurrente que está basado en "quién dice que va a hacer esto más barato" pues te va a pasar que el que construye va a intentar ahorrar dinero y recortar por todos los lados. Y por supuesto va a estar intentando colártela día sí y día también. El sistema de adjudicación a la baja incentiva a la constructora a engañarte y a hacer las cosas mal (en el mundo real, en un mundo ideal en el que las constructoras están gestionadas por unicornios, las constructoras se ceñirían a los proyectos y los presupuestos y como mucho harían bajas razonables al presentarse a los concursos).
En el sector privado, cuando alguien se juega su pasta, va a tener más cuidado en que las cosas salgan bien. Sin embargo en las obras públicas, como el dinero no es tuyo, de tu bolsillo... pues bueno... da igual. Y al final se permiten cosas que en el sector privado no se permitirían. Yo he visto al sector público mirar voluntariamente para otro lado en cosas que a mí me parecen flagrantes, y saltarse conscientemente reglas de calidad autoimpuestas por el propio sector público a niveles que a mí me parecen intolerables, pero como hay que inaugurar antes de las elecciones... pues da igual como quede.
Desgraciadamente el sector público suele ser más ineficiente que el sector privado, y eso se nota en las obras.