Por temas domésticos me veo obligado a ver esto cada semana, me desahogaré aquí, vaya bodrio!!! Sentimentaloide, manipuladora, panfletaria, aleccionadora, es todo lo que no tendría que ser.
Por curiosidad he visto algunos momentos del doblaje en inglés (británico supongo, porque parece que todos hablan como la Thatcher ) , y me he quedado muy sorprendido del buen nivel del doblaje, con las bilabiales y el tono de voz de Elena Irureta bastante fieles y conseguidos.
Finiquitada, en general es una serie muy buena, con un gran trabajo de los actores y de ambientación, con abundantes momentos de encoger el corazón y, sobre todo, de sentir mucha rabia por muchas cosas.
En el debe, tenemos una realización correcta pero poco inspirada. Por otro lado, el melodrama a veces ahoga la sensación de realismo y reflexión que la serie busca. En este sentido, le sobran a la serie algunos estereotipos de brocha gorda, y también al final, da la sensación de que se han dejado muchas cosas en el tintero de los personajes. Quizá la intención era la de dejar un final semiabierto acorde con lo que se sintió en 2011 con el fin del terrorismo de ETA, pero creo que había cabos que se podían haber atado sin dejar de lado ese final 'abierto'.
En definitiva, una serie imperfecta pero imprescindible en España y el País Vasco, que esperemos dé lugar a nuevos productos de mejor factura narrativa y, que no se entienda mal esto, más atrevidos y desafiantes para el espectador a la hora de contar ciertas cosas. Aunque mucho me temo que es pronto aún para esto.
La realización es lo peor, sí, pero el guion (que dicen que es muy fiel al libro) es un panfleto del PSE. Dividir la sociedad vasca en dos no puede ser más reduccionista.
Un ejemplo del desastre que me parece en cuanto a manipulación
el etarra tiene 2 momentos en los que "explicar" porqué hace las cosas. Uno al comienzo de la serie, cuando su padre le pide explicaciones porque viene de hacer "borrokadas" de Donosti, pues bien ahí el tipo pega a su padre. El otro cuando le visita su hermano a la cárcel, ahí puede haber una conversación profunda del fondo del asunto ... ¿Y qué hace? Desprecia a su hermano por ser homosexual. Vender algo mínimamente profundo y tirarte a la cara la asociación "etarra=pegar a su padre=homófobo" es tratar de gilipollas al espectador, es pura guardería
El trazo grueso y simplón por desgracia es la norma en muchos personajes de la serie, desde los abertzales hasta las fuerzas de seguridad. Esto a veces funciona en lo dramático, pero otras se nota demasiado impostado, y en general se pasa muy por encima de cosas que solamente se pueden intuir si eres un poco avispado. En el retrato del particular microcosmos vasco de aquellos años echo en falta cosas como el paro juvenil, el tráfico y consumo de drogas, la reconversión industrial, el nacionalismo como religión/refugio de vidas relativamente miserables, la opresión y la paranoia de tener que mirar bajo tu vehículo todos los días, y muchos otros factores que jugaron un papel más o menos importante en la configuración del escenario donde tuvieron lugar los hechos. Al final, queda un regusto a fábula alegórica más que a un retrato social sólido.
Muy buena a nivel actoral, un uso del tiempo que no cansa como en otros productos que recurren a los flashbacks, teniendo de punto de partida el asesinato y a partir de ahí desde atrás hasta ese momento y desde ese momento hasta la "actualidad".
Sencilla, pero no simple. Algunos momentos para enmarcar con algún guiño-plagio que he podido detectar de "Hijos de los hombres" (Pan ensangrentado), con un retrato convincente de esos hijos de la gran puta que acabaron fragmentando el Pais Vasco y por consiguiente los hogares y las familias que lo habitaban.
Para poner en las clases de historia de España en la democracia y que el profesor se fume 8 horas del trimestre.
El problema no es que sea mentira, si fuera una historia subjetiva allá él con su visión, el problema es vender esto como LA VERDAD objetiva, es puro feel-good falso y manipulador, sin aristas, o mejor dicho, con unas aristas forzadas y falsas, con el guardia civil de violador para arriba, el etarra homófobo y cada vez que aparece el cura solo falta que suene la marcha imperial. Cánceres y apoplejías que no falten. Pura pornografía emocional. Me parece obscena la serie y lo peor, vendido desde todo el mass-media por intereses como algo de calidad, en fin ...
No creo que nadie venda esta serie como objetiva, como bien dices tiene claramente el punto de vista sociata sobre el tema: dar voz al sufrimiento de las víctimas sin medias tintas, sin dejar de lado alguna crítica a la política antiterrorista de las fuerzas de seguridad nacionales, pero cuidádonse en todo momento de equiparar a víctimas y verdugos.
Es un punto de vista con el que estoy de acuerdo, pese a las carencias que le pueda encontrar a la serie y al retrato de algunos personajes.
Se refiere al que soba a la hija del Txato en un control de carretera en el primer o segundo episodio. Por cierto, la chavala me parece que está tremenda , lástima de los pelos que gasta en las escenas 'actuales', más dignos de la línea temporal de 1989 que de la de 2011.
Antes de entrar a comentar la serie, me gustaría dejar claro que al igual que con otras muchas adaptaciones de libros o cómics, tampoco conozco la obra original en la que se basa, por lo que no puedo entrar a valorar si estamos ante una buena o mala adaptación del libro de Fernando Aramburu. Dicho esto... he de decir que he escuchado comentarios tanto positivos como negativos sobre la adaptación a televisión, pero bueno, por mi parte tan sólo puedo opinar de la serie en sí, no como adaptación.
La serie posee elementos que me han gustado, tales como el aspecto técnico (fotografía, maquillaje y vestuario y efectos especiales) y el interpretativo, donde todos y cada uno de los actores hacen un buen trabajo, pero donde destacaría por encima de todos a Ane Gabarain, quien da vida a Miren, la madre del terrorista Joxe Mari. Desgraciadamente, aquí termina todo lo bueno de Patria, pues debido a una basura de guión que más que obra de ficción, habría que catalogarlo como fantasía pura y dura (eso sí, para más gloria de la izquierda independentista vasca). Desgraciadamente todo esto hace que se tire por tierra el buen trabajo anteriormente mencionado de los actores y del apartado técnico, el cual habría merecido un guión a su altura.
La serie consta de 8 episodios, los cuales bien podían haberse quedado en 5, si hubieran quitado todo el relleno que no venia a cuento, como por ejemplo todo lo que respecta a
los hermanos de Joxe Mari
, que sólo sirve parece irse por los Cerros de Úbeda, cuando no directamente como un artificio para crear compresión y lástima hacia sus circunstancias.
La historia está planteada claramente desde un punto de vista de izquierda, lo cual no es malo en absoluto, pues bien que durante años el PSOE dió la cara en defensa de la democracia en el País Vasco, el problema está cuando el guión compra el discurso pro-etarra que desgraciadamente se ha instalado en parte importante de la sociedad española actual como el relato real de lo sucedido. Personalmente, me resultó insultante y vomitivo, contemplar la falsa imagen que en todo momento dan de la
PN y la GC, siempre extralimitándose, toqueteando a las chicas pro-etarras a las que dieron el alto cuando se dirigían al funeral de uno de sus líderes etarras o durante el registro policial en casa de los padres de Joxe Mari y como no el tema de las torturas en la cárcel
, eso ya fue el acabose y es que no hay ni una sóla escena donde hablen bien de ellos (tal y como sin duda se merecen) y eso no es casualidad, ese discurso es propio de la izquierda abertzale. Mira que ETA ha matado (857 asesinados si no recuerdo mal) y causado un dolor indescriptible en la sociedad española y en lugar de adaptar la historia de cualquiera de sus víctimas, ¡no!, se inventan una para que el mensaje que quieren mandar entre mejor, un mensaje en el que tanto ETA como el Estado son culpables a partes iguales (atención a como utilizan términos como "paz"). Llama la atención ver como destacan que el personaje
del Txato es un empresario apolítico, un tío normal que simplemente va a currar a su empresa, hace vida familiar, sale con sus amigos por el pueblo con la bici y el resto del tiempo se la pasa en el bar tomándose unos vinos y jugando a las cartas, pero recalcando que pasa de la política, para que de esta forma el espectador pueda compadecerse de él, pues si se hubiese tratado de un empresario con ideas políticas o un policía o directamente un político, ya sería "imposible" empatizar con él (no hay más que recordar la reacción del amigo del Txato cuando se entera de su asesinato y dice algo así como: "si fuese un policía o un militar... pero un tío normal como el Txato").
Resulta curioso ver como el personaje
del marido de Arantxa, quien consigue trabajo gracias al candidato del PP al que asesinan y del cual es amigo, resulta que es un maltratador-facha; asociando con ello una vez más el esterotipo que la izquierda hace con los votantes del PP (bueno y de la derecha en general), donde éste es un machista-homófobo-xenófobo-opresor-facha.
Una cosa es decir que la serie es buena o mala, eso ya va con el gusto de cada uno y ahí no me meto en absoluto, ahora bien, que la serie tiene un tufo izquierdoso extremista, eso es incuestionable.
Por otra parte está todo el tema de la familia
de Joxe Mari, donde como he dicho al principio, nos muestran una historia sobre los hermanos de éste que no viene a cuento, pues teóricamente estamos tratando una historia sobre la violencia ejercida por ETA y sus víctimas deberían ser el eje central de la historia y no los problemas laborales, sentimentales o familiares de la familia del etarra;
pero claro, esto lo hacen para tratar de humanizarlos e intentar que los veamos al mismo nivel que a la familia de la víctima y eso no cuela, por muy buen trabajo que hagan los actores.
Luego está el mensaje implícito de que los hombres somos todos unos cerdos, no hay más que ver las experiencias que
Nerea tiene con sus parejas sentimentales: uno le pone los cuernos con una alemana, otro es un salido que quiere tirarse todo lo que se mueva y otro es un puto simpatizante de ETA.
En fin, una serie infumable cuya historia es una milonga que tan sólo se tragarán las nuevas generaciones que no conocieron la barbarie etarra y como no la parte de la sociedad vasca que aún hoy defiende lo sucedido durante 50 años de extorsión, tiros en la nuca y coches bomba.
No sé chico, yo creo que hemos visto series muy distintas. Es cierto que varios de los personajes que van apareciendo se definen con un trazo muy grueso, en especial aquellos relacionados con las fuerzas de seguridad del Estado. Pero de ahí a que la serie compre el discurso abertzale creo que hay un universo de distancia, más bien lo contrario, es una bofetada en toda la cara con la mano abierta al etnicismo nacionalista/independentista.
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