Películas que vais viendo en casita

The other Dream Team (Marius Markevicius. 2012)
pues aprovechando que estoy por la fabulosa Kaunas, cuna del Žalgiris, he visto este documental realmente cojonudo, la excusa es la selección lituana de BCN 92... pero eso es sólo el final.

para llegar hasta ahí la cinta cuenta mil cosas, todas superinteresantes, la caída de la URSS, las historias personales de los jugadores lituanos, la asombrosa historia del club, cantera camelotiana de genios, y, como eje central, la independencia de la pequeña nación, lo más emocionante y bonito de todo, imantando todo lo demás.

junto a impagables imágenes de archivo tanto deportivas como históricas, algunas realmente dramáticas, tenemos la entusiasta participación de Sabonis, Marčiulionis, Kurtinaitis y Chomicius, todos nacidos ahí, casi nada.

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MATANDO EL TIEMPO (2022 -Norberto Ramos Del Val)​



Intento de mezcla de Giallo y thriller a la española, con el que el inclasificable Norberto Ramos del Val vuelve a firmar una película tan irregular como extrañamente fascinante. En la que a veces se asoma el talento y también a veces algún atisbo de gamberrada postmoderna. En cualquier caso, el cine de este francotirador (que tiene toda la pinta de autofinanciar sus películas) gustará o no gustará, pero propone por lo menos algo diferente, más de género y más personal que mucho mainstream patrio, además de ofrecer treinta minutos finales con mucho morbo y erotismo.Reivindicable
 
Me está dando por ver pelis de los 80 y 90, de segunda división, buscando no tener expectativas y cierta relajación mental. Seguramente las vi pero no las recuerdo. Ayer cayó el cliente, una con susan sarandon de joven y un niño, Brad renfro. Pues me encantó. Malilla pero con estilo. No sé qué tienen pero disfruto como un gorrino. Guión simple sin giros marcianos. A lo mejor menos es más a mi edad. Dormí como un bebé
 
Curioso (o no) que hiciesen una peli de rollo etnografico sobre la comarca del Tras-os-montes portugués. Para los que no lo sepan, es la comarca portuguesa que hace frontera con la zamorana de Aliste, sin barreras geográficas de importancia entre ambas, y por eso comparte con ella al parecer muchos aspectos culturales (atraso rural, y con ello, la conservación de muchas tradiciones antiquísimas e incluso de lo que queda de la antigua lengua asturleonesa), por lo que en el mundillo folk castellano-leonés es muy apreciada, y es bastante común que agrupaciones de este tipo toquen canciones de su repertorio tradicional, ya sea de voz, de flauta de tres agujeros y tamboril, o de gaita de fole.

Un saludete.
 
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DOS TONTOS MUY TONTOS (Dumb And Dumber, 1994 -Bobby Farrely & Peter Farrely)​



A su modo la obra maestra de los hermanos Farrelly....Y una comedia de tono peculiar, escatológico, tosco, tontorrón - también con humor negro y mala folla- y dos protagonistas verdaderamente idiotas ( espléndidos Jim Carrey y Jeff Daniels) que emprenden un viaje absurdo hacía Aspen para devolver un maletín...En una película con muy buen ritmo, que logra plenamente su objetivo: Hace reír ( y mucho) a toda costa, utilizando todos los resortes y recursos disponibles de una producción efectiva, que logró un éxito descomunal.
 

VORACIDAD (Killer Fish, 1978 -Anthony M. Dawson)​





Simpático exploit Italian que combina Thriller de robos con algo de catastrofismo animal , en una aventura rodada en Brasil por el incombustible Anthony M. Dawson (Margheriti) con capital Italo-Americano y actores de diferentes nacionalidades . Film algo mediocre , dinámico pero honesto, que siempre entretiene, rodado con habilidad por el artesano italiano y esas maquetas que tanto le gustaba colocar al director de "Danza Macabra"
 
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VORACIDAD (Killer Fish, 1978 -Anthony M. Dawson)​





Simpático exploit Italian que combina Thriller de robos con algo de catastrofismo animal , en una aventura rodada en Brasil por el incombustible Anthony M. Dawson (Margheriti) con capital Italo-Americano y actores de diferentes nacionalidades . Film algo mediocre , dinámico pero honesto, que siempre entretiene, rodado con habilidad por el artesano italiano y esas maquetas que tanto le gustaba colocar al director de "Danza Macabra"

 

EL DESAFÍO DE LOS SIETE MAGNÍFICOS ( The Magnificent Seven Ride!, 1971 -George McCowan)​



Última secuela de la saga de " Los siete Magníficos" , con otro cambio de protagonista ( aquí Lee Van Cleef) y nuevos secundarios. Es sin duda el film más flojo de todos, ya que muestra un descenso de presupuesto considerable, un guión menos interesante y una puesta en escena más televisiva de George McCowan, director que hizo carrera en la pequeña pantalla (con zooms que afean los planos) amén de una música de Elmer Bernstein que es ya puro reciclaje...De hecho, casi parece más un telefilm que no un producto hecho para el cine, aunque, eso sí, tal vez sea el más violento de todos, con Van Cleef implacable cargándose tipos y lejanos ecos/ aromas de su etapa en el western Europeo
 

PELIGRO LÍNEA 700 (Red Line 7000, 1967 -Howard Hawks)​



Película siempre muy maltratada por la crítica, despreciada incluso simplemente por el hecho de encontrarse justo después de la mayestática "El Dorado" y antes de
la memorable "Río Lobo"...Y aunque ciertamente estamos ante un film menor comparativamente, no por ello podemos negar que la película es estrictamente una obra de autor hasta la médula. También película coral sin un protagonista claro -aquí los protagonistas son los pilotos de carreras, gente joven que se juega la vida todos los días- y se nota que Hawks ya sintiéndose viejo en un Hollywood en el que cada vez estaba más incómodo, trató de hacer una película más cercana al nuevo público, para ello sin renunciar a sus constantes , a su buen uso de la narrativa en un film que como digo sin ser ninguna maravilla es mucho mejor y merece mucho mejor trato del que siempre se le ha dispensado

Curioso cómo cambia la perspectiva de uno. Hace años, cuando vi todo el cine de Hawks, esta película me pareció anodina y aburridísima. No entendía cuál era el punto ni por qué existía. La revisé ayer y me pareció extraordinaria. Un pedazo de vida "a la americana" con tanto estilo autóctono como podría tener una novela de Jim Thompson.

Los personajes están muy bien definidos. Me gustan las interacciones entre ellos y el hecho de que todos vivan en el Holiday Inn. El uso del hotel crea un sentido de comunidad. Es una visión arquetípica y desapasionada de Estados Unidos. Las pistas de carreras, con los autos dando vueltas una y otra vez, representan el ciclo de la vida: los conductores que mueren en accidentes son reemplazados por nuevos pilotos que también terminan en siniestros, mientras que las novias de esos pilotos, al ser dejadas, se aferran a otro conductor. Los pilotos se parecen entre sí, las chicas son todas iguales, nadie destaca. Todo en este mundo es superficial, enfocado en lo externo. Las marcas están por todas partes en la película: Ford, Pepsi, Holiday Inn. Los diálogos van al grano, sin florituras, con una economía narrativa extrema. La cámara de Milton Krasner es impresionante. Cochazos rápidos, chicas atractivas, gente bebiendo cócteles, un mundo de ensueño… hasta que una dosis de realidad irrumpe en esta esfera de fantasía, con muerte instantánea en llamas o amputación de extremidades, para luego volver al principio. Un eterno retorno de sobresaltos y monotonía pesadillesca.

Maravilla.
 
Curioso cómo cambia la perspectiva de uno. Hace años, cuando vi todo el cine de Hawks, esta película me pareció anodina y aburridísima. No entendía cuál era el punto ni por qué existía. La revisé ayer y me pareció extraordinaria. Un pedazo de vida "a la americana" con tanto estilo autóctono como podría tener una novela de Jim Thompson.

Los personajes están muy bien definidos. Me gustan las interacciones entre ellos y el hecho de que todos vivan en el Holiday Inn. El uso del hotel crea un sentido de comunidad. Es una visión arquetípica y desapasionada de Estados Unidos. Las pistas de carreras, con los autos dando vueltas una y otra vez, representan el ciclo de la vida: los conductores que mueren en accidentes son reemplazados por nuevos pilotos que también terminan en siniestros, mientras que las novias de esos pilotos, al ser dejadas, se aferran a otro conductor. Los pilotos se parecen entre sí, las chicas son todas iguales, nadie destaca. Todo en este mundo es superficial, enfocado en lo externo. Las marcas están por todas partes en la película: Ford, Pepsi, Holiday Inn. Los diálogos van al grano, sin florituras, con una economía narrativa extrema. La cámara de Milton Krasner es impresionante. Cochazos rápidos, chicas atractivas, gente bebiendo cócteles, un mundo de ensueño… hasta que una dosis de realidad irrumpe en esta esfera de fantasía, con muerte instantánea en llamas o amputación de extremidades, para luego volver al principio. Un eterno retorno de sobresaltos y monotonía pesadillesca.

Maravilla.
Es una obra maestra, seguramente, en el mejor momento de Hawks, venía de Rio Bravo, Hatari! y Men's Favorite Sport, y justo antes de El Dorado. Su estilo ya está desatado, la nouvelle vague no solo le ha reivindicado como un maestro sino que su estilo libre, lleno de improvisación con el guion como pura anécdota lo han adoptado como suyo. Los coches son una de sus pasiones y hace una película llena de felicidad, con sus ideas del hombre y la mujer, imperfectos ambos (de ellos aquí hay escenas odiosas) pero filma toda esa sencillez en sus relaciones que, paradójicamente, es lo más complejo de mostrar en una película.
 
Mike (James Caan) debe ser uno de los personajes más complejos del cine de Hawks: un hombre en conflicto permanente entre sus principios, sus verdaderos deseos y la forma errática en que estos se manifiestan en la realidad. Y, como bien dices, Hawks presenta esta complejidad con una engañosa sencillez: no hay un protagonista fijo ni un rumbo definido. La película avanza con total libertad, permitiendo que los personajes respiren, y lo que parecía ir en una dirección termina en un anticlímax, tomando un rumbo completamente distinto.

Su estilo ya está desatado, la nouvelle vague no solo le ha reivindicado como un maestro sino que su estilo libre, lleno de improvisación con el guion como pura anécdota lo han adoptado como suyo. Los coches son una de sus pasiones y hace una película llena de felicidad, con sus ideas del hombre y la mujer, imperfectos ambos (de ellos aquí hay escenas odiosas)

Robin Wood menciona que, en esos años, Hawks se sentía pesimista debido a la situación con Kennedy y el inicio de la guerra en Vietnam, y que esto influyó en la película.

Es cierto que las relaciones entre los personajes son de las más violentas de todo el cine de Hawks, y la principal razón detrás de esa violencia no radica en la megalomanía ni en la avaricia individual, como ocurría en Scarface o La tierra de los faraones, sino en una especie de histeria colectiva. Aunque la película asocia esta violencia con el mundo de las carreras de autos (su atmósfera competitiva, el peligro y la adrenalina), resulta algo inusual que los personajes hawkianos estén tan dominados por su entorno o lleguen a niveles tan mezquinos.

Otro punto interesante que menciona Wood tiene que ver con la filmación de los accidentes. En la primera fatalidad, se muestra una toma del coche en llamas que es idéntica a la que Godard usaría más tarde en Weekend para representar el colapso de la sociedad. Pero lo más extraño es el plano con el que Hawks cierra la película: un accidente espectacular del que los protagonistas logran escapar con vida, pero que deja la muerte flotando en el aire. La toma, filmada con un potente teleobjetivo, elimina las exigencias de luz y estabilidad propias de una producción hollywoodense, lo que genera un encuadre granuloso con una cualidad casi documental, en el mejor sentido.
 
Curiosamente Hawks renegaba de ella.

Es cierto que las relaciones entre los personajes son de las más violentas de todo el cine de Hawks, y la principal razón detrás de esa violencia no radica en la megalomanía ni en la avaricia individual, como ocurría en Scarface o La tierra de los faraones, sino en una especie de histeria colectiva. Aunque la película asocia esta violencia con el mundo de las carreras de autos (su atmósfera competitiva, el peligro y la adrenalina), resulta algo inusual que los personajes hawkianos estén tan dominados por su entorno o lleguen a niveles tan mezquinos.
Parece estar dando su visión de la juventud de la época (más neurótica, con menos aguante...), algo que vuelve a hacer de alguna manera en El Dorado (otra vez con Caan, en un papel muy diferente al de Ricky Nelson en Río Bravo).
 
Otro punto interesante que menciona Wood tiene que ver con la filmación de los accidentes. En la primera fatalidad, se muestra una toma del coche en llamas que es idéntica a la que Godard usaría más tarde en Weekend para representar el colapso de la sociedad. Pero lo más extraño es el plano con el que Hawks cierra la película: un accidente espectacular del que los protagonistas logran escapar con vida, pero que deja la muerte flotando en el aire. La toma, filmada con un potente teleobjetivo, elimina las exigencias de luz y estabilidad propias de una producción hollywoodense, lo que genera un encuadre granuloso con una cualidad casi documental, en el mejor sentido.
Queda bien patente que sus vidas quedarán en el alambre y ellas sufriendo igual, claro.

Respecto a las emociones de la película Miguel Marías reflexiona sobre ellas ya que Hawks pocas veces las mostró tanto:

¿Por qué, entonces, tanta emoción? Porque sus verosímiles aventureros modernos, sin la solidez de roca de un John Wayne, la elegancia para disimular del sensible Cary Grant o la impasibilidad del moralmente indignado Bogart, han heredado el modesto y dinámico estoicismo de éstos: no se quejan ni se entregan al dolor, no se rinden ante lo irreversible; vemos que les cuesta mucho más que a los héroes legendarios de antaño resistir, sobreponerse y seguir adelante, pero ni ellos lo confiesan ni Hawks lo subraya. Pocas veces un hombre de sesenta y nueve años ha sido capaz de mirar tan limpiamente —con una mentalidad tan despejada, generosa, libre de prejuicios— a unos personajes que podrían ser sus hijos, sin hacerles reproches ni buscarles disculpas.


Curiosamente Hawks renegaba de ella.
Estos clásicos solían renegar de lo que fracasaba en taquilla, mira Hitchcock con Vertigo.
 

CAMINO DE LA VENGANZA (The Old Way, 2023 -Brett Donowho)​



Western reciente y de nuevo uno de esos films a los que se apunta a Nicolas Cage para sanear su cuenta corriente... Sin sorpresas a nivel argumental, pero mucho más digno de lo esperado, con Cage interpretando a un ex forajido que, tras perder a su esposa, decide emprender una venganza contra aquellos que la mataron...En una historia convencional de venganzas, una de tantas, pero narrada con pulso sobrio y firme por Brett Donowho, que tal vez peca de ser débil en la presentación de un villano que nunca está a la altura del protagonista.
 
¡Jo, qué noche!

Han pasado 8 horas desde que viese esta película y aún estoy en shock. ¿Pero qué locura es ésta?, ¿a quién se le pudo ocurrir semejante guion? Estamos ante uno de los mayores bodrios jamás filmados. La historia y los personajes son taaaaan raros, las situaciones son tan irreales, que más que una película de Scorsese, pareciera que estuviera viendo un film de David Lynch, ¡que horror! Sus escasos 95 min. se me hicieron eternos, era como si el tiempo se hubiera ralentizado o incluso congelado, ¡que desesperación por Dios! ¿De verdad esto es una comedia?, porque si esa era la idea... ¡madre mía!, o yo tengo el sentido del humor atrofiado o lo tienen los perpetradores de este engendro de película. Y lo peor de todo, es que para la crítica especializada, estamos ante una película digna de multitud de nominaciones y premios; ¡que se pare el mundo que yo me bajo!

Nota: 0/10
 

THE SPHINX (1933 -Phil Rosen)​



Sencillísima producción de serie B —casi Z— protagonizada por el ya habitual en el género Lionel Atwill, quien en esta ocasión interpreta a un sospechoso sordomudo acusado de una serie de asesinatos. La intriga es bastante básica, no guarda relación alguna con el mundo egipcio. El título se debe, simplemente, a que la prensa apoda al principal sospechoso como "La Esfinge", debido a su rostro intexpresivo y su condición de sordomudo, que le confiere un aire enigmático. Todo rodado con eficacia sencilla por Phil Rossen en una de esas producciones menores donde la presencia siempre interesante de Atwill daba atractivo
 
¡Jo, qué noche!

Han pasado 8 horas desde que viese esta película y aún estoy en shock. ¿Pero qué locura es ésta?, ¿a quién se le pudo ocurrir semejante guion? Estamos ante uno de los mayores bodrios jamás filmados. La historia y los personajes son taaaaan raros, las situaciones son tan irreales, que más que una película de Scorsese, pareciera que estuviera viendo un film de David Lynch, ¡que horror! Sus escasos 95 min. se me hicieron eternos, era como si el tiempo se hubiera ralentizado o incluso congelado, ¡que desesperación por Dios! ¿De verdad esto es una comedia?, porque si esa era la idea... ¡madre mía!, o yo tengo el sentido del humor atrofiado o lo tienen los perpetradores de este engendro de película. Y lo peor de todo, es que para la crítica especializada, estamos ante una película digna de multitud de nominaciones y premios; ¡que se pare el mundo que yo me bajo!

Nota: 0/10
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