Política EEUU: Últimas semanas de democracia en USA, paletos y racistas han votado mal.

Atención, Foreros. ¿Quién preferís que gane hoy en EEUU.


  • Votantes totales
    29
  • Encuesta cerrada .
Es que hay un problema en A, que en estas elecciones la gente haya votado, y B, que lo haya hecho de forma tan masiva por una medusa.
 
qué interesante, no os lo perdáis:

Nadie se lo esperaba. Donald Trump ha vuelto a sorprender y ha sacado, en el último momento, un as que tenía bajo la manga y del que no se ha sabido nada hasta ahora. Si bien el Colegio Electoral ha dado por ganadora la candidatura de Joe Biden y Kamala Harris, estas victorias aún no han sido certificadas, tal y como se puede comprobar en la página web del mismo Colegio Electoral. Hasta el 6 de enero, nada es definitivo. Y en vista de la estrategia empleada por Trump, la supuesta victoria de Biden peligra. Veamos.

Primeramente, pese a que los medios de comunicación se empeñen en proclamar a Biden como nuevo presidente, lo cierto es que la certificación de los resultados del ganador lo debe hacer el Congreso, que se reunirá el 6 de enero, por lo que el mainstream está emitiendo titulares falsos acerca de la victoria certificada de Biden. El mismo Colegio Electoral lo indica en su página web.

El Congreso es el encargado de contar los votos electorales y, si ha habido alguna circunstancia especial, resolverla. El caso es que sí se ha dado esa circunstancia especial que haría que esta votación fuera diferente. Trump ya advertía que los estados de la disputa acusados de fraude electoral iban a "cometer un delito si votaban por Joe Biden". Por esta razón, siete estados enviaron dos listas de votos electorales. Pensilvania, Georgia, Michigan, Winsconsin y Arizona han enviado electores republicanos. A ellos se ha sumado Nevada y Nuevo México. Todos suman 84 votos electorales.


Estos estados se protegen así legalmente en el caso de que las demandas por fraude electoral prosperen y den la razón al equipo jurídico de Trump. Con este gesto, el líder republicano gana tiempo para que la justicia se pronuncie e influir, de este modo, en el resultado final de las elecciones. Hay que recordar que la única fecha límite que marca la Constitución de EEUU es el 20 de enero.

Por tanto, lo que ocurra el 6 de enero será crucial. Cuando el Congreso celebre la sesión conjunta, los votos del Colegio Electoral de los estados comenzarán a contarse por orden alfabético. Al llegar a Arizona, si hay objeciones, el Senado interrumpirá la sesión. Al encontrarse con dos listas electorales, el Senado tendrá que deliberar y determinar qué hacer con el "empate" en Arizona. Hay que tener en cuenta que los republicanos son mayoría en el Senado. Se prevé que Mike Pence, vicepresidente en funciones de EEUU y presidente del Senado, opte por anular los votos de Arizona y así sucesivamente con el resto de estados, los cuales han presentado doble lista de certificación de votos para demócratas y republicanos.

Este proceso provocaría que ni Trump ni Biden consigan alcanzar el número necesario de votos electorales para ser presidente de EEUU, que son 270 votos en total. Entonces, el Congreso confirmaría solo 232 votos electorales para Trump y 227 para Biden. En este punto, se activaría la duodécima Enmienda, dado que se requerirá una elección contingente en la Cámara de Representantes para determinar al próximo presidente. Esto quiere decir que cada estado pasa a tener un voto únicamente. Mike Pence tendrá la sartén por el mango y es más que seguro que se llegue a esta situación. Hasta la CNN, cadena que abomina de Trump, lo reconoce.

Los analistas políticos americanos explican que, en una elección contingente, los estados republicanos votarían por el presidente Trump, y los estados demócratas votarían por Biden. En este caso, encontramos que hay 27 estados republicanos y 20 estados demócratas. La mayoría la tendría Trump y se proclamaría de nuevo presidente de los EEUU.

Llegar hasta este momento, como decimos, es muy posible, ya que la candidatura del presidente Trump objetará debido a las demandas de fraude y a informes forenses que han detectado que Dominion "está diseñado para cometer fraude y tiene errores de casi el 70%". Y según el abogado constitucional Ivan Raiklin, "hay evidencia de que este proceso ya está en marcha en el Senado de Estados Unidos". Todavía queda disputa para rato.
 
qué interesante, no os lo perdáis:


Nadie se lo esperaba. Donald Trump ha vuelto a sorprender y ha sacado, en el último momento, un as que tenía bajo la manga y del que no se ha sabido nada hasta ahora. Si bien el Colegio Electoral ha dado por ganadora la candidatura de Joe B Kamala Harris, estas victorias aún no han sido certificadas, tal y como se puede comprobar en la página web del mismo Colegio Electoral. Hasta el 6 de enero, nada es definitivo. Y en vista de la estrategia empleada por Trump, la supuesta victoria de Biden peligra. Veamos.

Primeramente, pese a que los medios de comunicación se empeñen en proclamar a Biden como nuevo presidente, lo cierto es que la certificación de los resultados del ganador lo debe hacer el Congreso, que se reunirá el 6 de enero, por lo que el mainstream está emitiendo titulares falsos acerca de la victoria certificada de Biden. El mismo Colegio Electoral lo indica en su página web.

El Congreso es el encargado de contar los votos electorales y, si ha habido alguna circunstancia especial, resolverla. El caso es que sí se ha dado esa circunstancia especial que haría que esta votación fuera diferente. Trump ya advertía que los estados de la disputa acusados de fraude electoral iban a "cometer un delito si votaban por Joe Biden". Por esta razón, siete estados enviaron dos listas de votos electorales. Pensilvania, Georgia, Michigan, Winsconsin y Arizona han enviado electores republicanos. A ellos se ha sumado Nevada y Nuevo México. Todos suman 84 votos electorales.


Estos estados se protegen así legalmente en el caso de que las demandas por fraude electoral prosperen y den la razón al equipo jurídico de Trump. Con este gesto, el líder republicano gana tiempo para que la justicia se pronuncie e influir, de este modo, en el resultado final de las elecciones. Hay que recordar que la única fecha límite que marca la Constitución de EEUU es el 20 de enero.

Por tanto, lo que ocurra el 6 de enero será crucial. Cuando el Congreso celebre la sesión conjunta, los votos del Colegio Electoral de los estados comenzarán a contarse por orden alfabético. Al llegar a Arizona, si hay objeciones, el Senado interrumpirá la sesión. Al encontrarse con dos listas electorales, el Senado tendrá que deliberar y determinar qué hacer con el "empate" en Arizona. Hay que tener en cuenta que los republicanos son mayoría en el Senado. Se prevé que Mike Pence, vicepresidente en funciones de EEUU y presidente del Senado, opte por anular los votos de Arizona y así sucesivamente con el resto de estados, los cuales han presentado doble lista de certificación de votos para demócratas y republicanos.

Este proceso provocaría que ni Trump ni Biden consigan alcanzar el número necesario de votos electorales para ser presidente de EEUU, que son 270 votos en total. Entonces, el Congreso confirmaría solo 232 votos electorales para Trump y 227 para Biden. En este punto, se activaría la duodécima Enmienda, dado que se requerirá una elección contingente en la Cámara de Representantes para determinar al próximo presidente. Esto quiere decir que cada estado pasa a tener un voto únicamente. Mike Pence tendrá la sartén por el mango y es más que seguro que se llegue a esta situación. Hasta la CNN, cadena que abomina de Trump, lo reconoce.

Los analistas políticos americanos explican que, en una elección contingente, los estados republicanos votarían por el presidente Trump, y los estados demócratas votarían por Biden. En este caso, encontramos que hay 27 estados republicanos y 20 estados demócratas. La mayoría la tendría Trump y se proclamaría de nuevo presidente de los EEUU.

Llegar hasta este momento, como decimos, es muy posible, ya que la candidatura del presidente Trump objetará debido a las demandas de fraude y a informes forenses que han detectado que Dominion "está diseñado para cometer fraude y tiene errores de casi el 70%". Y según el abogado constitucional Ivan Raiklin, "hay evidencia de que este proceso ya está en marcha en el Senado de Estados Unidos". Todavía queda disputa para rato.
Mas de uno tendría que preguntarse porqué todos los grandes medios de comunicación apoyan tan descaradamente a Biden.
 
Mas de uno tendría que preguntarse porqué todos los grandes medios de comunicación apoyan tan descaradamente a Biden.

Mas de uno tendría que preguntarse porqué todos los grandes medios de comunicación insisten en decir que la tierra es redonda.

Mas de uno tendría que preguntarse porqué todos los grandes medios de comunicación insisten en decir que Catalonia is Spain.

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Por mucho que compren y sometan a los jueces, por mucha propaganda que hagan los medios a favor de la gran mentira que es Biden la verdad se va abriendo paso.
 
Ante esta basura sensacionalista, lo normal es ser pro-Trump. Lo anormal es comprar esta manipulación a la vez que te quejas "porque ej que el tuiter...".

 

I Was the Homeland Security Adviser to Trump. We’re Being Hacked.

Thomas P. Bossert

At the worst possible time, when the United States is at its most vulnerable — during a presidential transition and a devastating public health crisis — the networks of the federal government and much of corporate America are compromised by a foreign nation. We need to understand the scale and significance of what is happening.

Last week, the cybersecurity firm FireEye said it had been hacked and that its clients, which include the United States government, had been placed at risk. This week, we learned that SolarWinds, a publicly traded company that provides software to tens of thousands of government and corporate customers, was also hacked.

The attackers gained access to SolarWinds software before updates of that software were made available to its customers. Unsuspecting customers then downloaded a corrupted version of the software, which included a hidden back door that gave hackers access to the victim’s network.

This is what is called a supply-chain attack, meaning the pathway into the target networks relies on access to a supplier. Supply-chain attacks require significant resources and sometimes years to execute. They are almost always the product of a nation-state. Evidence in the SolarWinds attack points to the Russian intelligence agency known as the S.V.R., whose tradecraft is among the most advanced in the world.

According to SolarWinds S.E.C. filings, the malware was on the software from March to June. The number of organizations that downloaded the corrupted update could be as many as 18,000, which includes most federal government unclassified networks and more than 425 Fortune 500 companies.

The magnitude of this ongoing attack is hard to overstate.

The Russians have had access to a considerable number of important and sensitive networks for six to nine months. The Russian S.V.R. will surely have used its access to further exploit and gain administrative control over the networks it considered priority targets. For those targets, the hackers will have long ago moved past their entry point, covered their tracks and gained what experts call “persistent access,” meaning the ability to infiltrate and control networks in a way that is hard to detect or remove.

While the Russians did not have the time to gain complete control over every network they hacked, they most certainly did gain it over hundreds of them. It will take years to know for certain which networks the Russians control and which ones they just occupy.

The logical conclusion is that we must act as if the Russian government has control of all the networks it has penetrated. But it is unclear what the Russians intend to do next. The access the Russians now enjoy could be used for far more than simply spying.

The actual and perceived control of so many important networks could easily be used to undermine public and consumer trust in data, written communications and services. In the networks that the Russians control, they have the power to destroy or alter data, and impersonate legitimate people. Domestic and geopolitical tensions could escalate quite easily if they use their access for malign influence and misinformation — both hallmarks of Russian behavior.

What should be done?

On Dec. 13, the Cybersecurity and Infrastructure Security Agency, a division of the Department of Homeland Security — itself a victim — issued an emergency directive ordering federal civilian agencies to remove SolarWinds software from their networks.

The removal is aimed at stopping the bleeding. Unfortunately, the move is sadly insufficient and woefully too late. The damage is already done and the computer networks are already compromised.

It also is impractical. In 2017, the federal government was ordered to remove from its networks software from a Russian company, Kaspersky Lab, that was deemed too risky. It took over a year to get it off the networks. Even if we double that pace with SolarWinds software, and even if it wasn’t already too late, the situation would remain dire for a long time.

The remediation effort alone will be staggering. It will require the segregated replacement of entire enclaves of computers, network hardware and servers across vast federal and corporate networks. Somehow, the nation’s sensitive networks have to remain operational despite unknown levels of Russian access and control. A “do over” is mandatory and entire new networks need to be built — and isolated from compromised networks.

Cyber threat hunters that are stealthier than the Russians must be unleashed on these networks to look for the hidden, persistent access controls. These information security professionals actively search for, isolate and remove advanced, malicious code that evades automated safeguards. This will be difficult work as the Russians will be watching every move on the inside.

The National Defense Authorization Act, which each year provides the Defense Department and other agencies the authority to perform its work, is caught up in partisan wrangling. Among other important provisions, the act would authorize the Department of Homeland Security to perform network hunting in federal networks. If it wasn’t already, it is now a must-sign piece of legislation, and it will not be the last congressional action needed before this is resolved.

Network operators also must take immediate steps to more carefully inspect their internet traffic to detect and neutralize unexplained anomalies and obvious remote commands from hackers before the traffic enters or leaves their network.

The response must be broader than patching networks. While all indicators point to the Russian government, the United States, and ideally its allies, must publicly and formally attribute responsibility for these hacks. If it is Russia, President Trump must make it clear to Vladimir Putin that these actions are unacceptable. The U.S. military and intelligence community must be placed on increased alert; all elements of national power must be placed on the table.

While we must reserve our right to unilateral self-defense, allies must be rallied to the cause. The importance of coalitions will be especially important to punishing Russia and navigating this crisis without uncontrolled escalation.

President Trump is on the verge of leaving behind a federal government, and perhaps a large number of major industries, compromised by the Russian government. He must use whatever leverage he can muster to protect the United States and severely punish the Russians.

President-elect Joe Biden must begin his planning to take charge of this crisis. He has to assume that communications about this matter are being read by Russia, and assume that any government data or email could be falsified.

At this moment, the two teams must find a way to cooperate.

President Trump must get past his grievances about the election and govern for the remainder of his term. This moment requires unity, purpose and discipline. An intrusion so brazen and of this size and scope cannot be tolerated by any sovereign nation.
We are sick, distracted, and now under cyberattack. Leadership is essential.
 
la verdad es que lo que está pasando es tremendo, vivimos una gran mentira; hace 4 años nos contaban que Trump era un tipo superpeligroso y que el mundo iba a arder ¿os acordáis? y entonces resulta que sucede algo insólito, tan insólito como que los grandes media no nos lo cuenten, y es que USA, por primera vez en décadas no se mete en guerra alguna, lo que les desmonta el tinglado mediático sumado a la famosa trama rusa que ya no iba a ningún sitio.

y bueno, viene el Covid, que es algo que perturba todo, no sabemos ni en qué dirección todavía porque las consecuencias se van a ver esta década pero empiezo a pensar que no es casualidad que salga en 2020, año de elecciones en USA.

y de paso, sacan y explotan un tema como es el de George Floyd, un drogadicto con numerosos antecedentes penales, que además según la autopsia ya iba hasta las cejas y nos inventan un tema de brutalidad policial, en una ciudad y un estado ¡¡gobernados por los demócratas!!, caso que aprovechan para lanzar a Trump, con media población en Occidente absolutamente idiotizada y creyéndoselo.

es un poco como en España, tenemos a estos dos malnacidos miserables gobernando y de lo único que se habla en la tele es de una mujer encantadora como Ayuso, con la colaboración necesaria -y criminal- de todas las televisiones chupapollas pero superfeministas.
 
y bueno, viene el Covid, que es algo que perturba todo, no sabemos ni en qué dirección todavía porque las consecuencias se van a ver esta década pero empiezo a pensar que no es casualidad que salga en 2020, año de elecciones en USA.
En el mundo en el que vivimos nada sucede por casualidad. La casualidad no se puede permitir en el mundo actual.
 
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