- Eduardo Fajardo actor de poderosa voz varonil, lo que le aseguró un atril en el mundo del doblaje, y planta impecable, será siempre para mí el despótico jefe de la emisora de radio de la mítica serie española
"Tristeza de amor" (1986). Una serie que marcó una época con Alfredo Landa, Concha Cuetos, Emma Suárez, María Lahoz, Tito Valverde, Carlos Larrañaga entre muchos otros nombres de oro de la escena española.
Sus enfrentamientos dialécticos en la serie con Landa son brillantes. Fajardo siempre me recordó en este papel al Jefe de los cómics de
"Superlópez", uno de esos todopoderosos jefes de antaño que se creen por encima del bien y del mal, atrincherado en su despacho de maderas nobles y obras de arte, gafas con montura de oro, anillo de sello, sombrero de ala ancha y abrigo de piel.
Fajardo echa a Landa de la emisora con esta frase:
- "Y que sepa... que usted no se va... sino que soy yo quien le echo".
Landa, posteriormente, tras fraguar su venganza y acabar con su carrera, le devolverá al final de la serie la frase.
Su nostálgico tema principal compuesto e interpretado por Hilario Camacho forma parte de la banda sonora de esa España de mediados de los 80 que empezaba a abrirse al mundo y donde aterrizaban algunas modernidades curiosas como los primeros establecimientos de comida rápida a los que acuden los personajes de la serie, sin acabar de entender a quién le puede gustar eso de comerse una hamburguesa, en vez de los menús tradicionales.
Como curiosidad, indicar que la serie utilizó el desaparecido edificio Windsor de Madrid como sede de la ficticia emisora de radio. Para los que deseen reencontrarse con aquel Madrid de antaño y hacer un ejercicio de re visitación de nuestro pasado inmediato es una serie imprescindible. Echadle un ojo.