Re: RAI¿MIerda?
Raimi es un perdido, y un ejemplo de como en algunos casos madurar es casi morir, una forma de decadencia continua que solo se resuelve con el último acto rompedor de la vida de alguien: la muerte.
- Posesión infernal (Evil Dead) es una cima, una cumbre absoluta del serie B de terror. Sus infinitas carencias técnicas se compensan con "actitud", que es exactamente eso mismo que hace que la música de los Stooges, aún siendo formalmente menos culta y elaborada que la de muchos compositores de academia, sea muchísimo más interesante. Además, en contra de la creencia generalizada, lo mejor de esta primera película es que va en serio. Su discutible comicidad emana de su histerismo gore y de lo chocante de algunas de sus soluciones visuales, pero la película cuando se vio por primera vez daba miedo. Un 10/10.
- Pasando de puntillas por Crimewave, verdaderamente flojita, llega Terroríficamente muertos (Evil Dead II), que es un mero remake de Posesión infernal a modo de vuelta de tuerca sobre dos asuntos: el apartado técnico está más pulido, porque ahora dispone de más dinero, y el tono de la película se ha deslizado del terror (más o menos histérico como dije, pero terror) al gore de cartoon, con momentos de impacto, cómo no, pero decididamente caricaturesmo. La comedia se come la película, por eso para mí es menos interesante que la primera. Pero las heterodoxas soluciones visuales, el carisma de Bruce Campbell, y (otra vez) su fuerza y su actitud, la elevan a la categoría de título de culto y obligada referencia. Un 8/10.
- A la que viene "Darkman", otra obra cumbre (esta vez del género de superhéroes) de la que ya habéis hablado (Un 9/10)
Y... las cosas empiezan a decaer.
- El ejército de las tinieblas (Evil Dead III), una mezcla de fantasía oscura y terror muy estimulante por lo poco explorado de ese terreno genérico, con muchos de los aciertos de las anteriores (más de la II que de la I) aunque la comicidad empieza a resultar un poco cargante por momentos. Hay escenas de comedia que me funcionan (Ash ante el Necromonicón sin acordarse de las palabras mágicas y su solución), pero otras me dan un poco de vergüenza ajena (Ash luchando contra la tropa de mini-Ashes, por ejemplo). En cualquiera de los montajes disponibles es una película que me gusta, a ratos incluso mucho, pero menos que las anteriores. Un 6.5/10
- Rápida y mortal, el canto del cisne. Un film de lucimiento de estrella (Sharon Stone cuando todavía estaba arriba, a la sombra de "Instinto básico") que para mí sólo se salva por lo curioso del reparto y sobre todo por la parte visual de Raimi, con el pero de que empieza a resultar algo autoreferencial (con esos steadycams marca de la casa), como si pensase que es eso lo que se espera de él.
Y FIN. Sam Raimi ha muerto.
Se pasa un tiempo en TV, entre "American Gothic", "Hercules", "Xena" y demás. Entre tanto yo ya era un tío que en la facultad escribía sobre cine en un foro de news que había en el Centro de Cálculo, y comentabamos entre otros fans lo cojonudas que eran (la mayoría de) sus películas hasta entonces. Me preguntaba la gente que si yo sabía si Raimi (ese dios del cine de terror y fantástico) estaba haciendo alguna nueva película...
- Y entonces reaparece con Un plan sencillo, inmediatamente comparada con "Fargo" de sus colegas los Coen. Y yo que voy y pienso: "la película me ha gustado, pero si Sam Raimi ya no hace películas a lo Sam Raimi y se pone a hacer cine 'así'... ¿Entonces quién va a hacer cine a lo Sam Raimi? ¿Nadie?". Y la idea no me gusta, y a pesar de que "Un plan sencillo" es un buen film pienso que yo prefiero que siga por el camino de antes.
Y pienso que Sam Raimi prefiere ser UNO MÁS en un CORO ordenado y magnífico cuya audiencia son los mejores teatros, que ser un solista temperamental y creativo cuyo trabajo va dirigido a jovenes con ansias de imaginación, pasión y fuerza. Y me dio cuenta de que el director de "Posesión infernal" se nos está haciendo mayor.
- Y va mi nos hace "Entre el amor y el juego", y en los foros de Internet, que ya los hay y yo ya estaba allí, sigue habiendo gente que sigue dale que te pego: Sam Raimi, genio indiscutible del terror, uno de los más grandes, ¡cuándo llegará su próxima película!. Y yo: "¡danger, danger! Que Raimi ya no es el que era, que está en otra cosa. Que se ha ABURGUESADO".
- Y entonces sale "Premonición", Raimi vuelve al cine de terror. Pero a otro cine de terror, light, inofensivo, sin rabia, sin... "actitud". Un cine de terror que podría firmar... cualquiera, no hace falta llevar vitola de "genio del terror, el tío que hizo Evil Dead".
- A lo que para colmo, le designan como director de "Spiderman", que es una película que seguramente también querría hacer Joel Schumacher porque es "ese" tipo de cine. Y después "Spiderman II". Y después "Spiderman III"... Y no están mal, o no tan mal como podrían estar. La mejor, la II, y no toda entera. La primera tampoco me disguta.
Claro que no me disguta porque ya no tengo espectativas de Sam Raimi, ya sé de qué palo va ahora, y no le pido que vuelva a tener ese punch que tenía hace casi 30 años. Ahora el baremo con el que le mido es otro, y el campo de referencia en el que le busco (y que me hace inconscientemente valorarle) es el mismo en el que están las demás películas de superheroes recientes, y no "Darkman".
Ahora dicen que ha vuelto con "Arrastrame al infierno", y todavía no he ido a verla (cosa que espero solucionar en breve). Dicen que lo ha conseguido (dicen, según quién claro), pero de momento no me termino de creer. ¿Imposta un estilo para parecerse a sí mismo en aquellas primeras películas? ¿O se trata simple y llanamente de que ha hecho una película de terror delirante y razonablemente fresca, y por eso se quiere (repito: se QUIERE) relacionar una cosa con la otra, cuando en realidad son delirios y tipos de frescura diferentes?
La diferencia entre el Raimi de 1981 y el de 2009 es que el de entonces era un chaval con ganas de llamar la atención, de comerse el mundo, de demostrar quién es, de rendir homenaje a sus ídolos y satisfacer sus pasiones... y el de ahora es un señor, acomodado, con ganas de hacer un cine taquillero, con miedo a hacer el ridículo. Si Sam Raimi hubiese sido un rockero, se habría cortado el pelo y hoy estaría haciendo para los 40.