Respuesta: SPIDERMAN 3. OPINIONES.
Revisión que le debía (sólo contaba con la vez que la vi en cine):
Tengo claro que si te toca un simbionte te vuelves un EMO resentido, que te deshinibes, que te dan ganas de mover la pelvis y señalar con los deditos en pose malosa, pero sobre todo te dan ganas de meterte en un bar y desarrollar clases de piano y saltar de mesa en mesa mientras te bebes las copas de los demás sin pagar.
Por eso ayer miré debajo de la cama por si mi pijama me transformaba en un ser malvado y retorcido, que increpo al casero por no arreglar la puerta pero que me permite el lujo de romper cámaras a fotógrafos porque me puedo convertir en una persona totalmente inestable. Incluso podría darme por maquillarme los ojos y ponerme flequillo pre-Justin Beaver y darme ínfulas de Latin Macho Alfa.
Raimi está claro que desaprovechó por completo el potencial de algo que podría haber sido la entrega más oscura (negra como Drácula podríamos decir) pero prefirió derrochar la pasta a manos llenas en un guión totalmente absurdo donde bombas potencialmente destructivas producen caras desfiguradas, mayordomos que te recuerdan que tu padre era el malo, no Spiderman o villanos de opereta que tienen un motivo por el que ser malo (una familia con hija en fase casi terminal, necesitan ser comprendidos) y que son malos porque el mundo los ha hecho así.
Si se hubiesen planteado que la película iba a ser realmente fatídica no hubiesen recurrido a tanto metraje. Un guión que comienza como si de un musical de Broadway se tratase: todo es de color de rosa, ¡sólo le falta a McGuire cantar en una farola mientras llueve leche mezclada con agua! para ir a parar a flashbacks que hacen que Spiderman se vuelva vengativo, Mary Jane sufre, la pobre, porque no soporta la fama de su novio - pero que no se da cuenta que la culpa es suya, por estar siempre empanada, ¿fumada quizás?, creo que comparten los mismos somníferos Franco y ella - y pasamos a un melodrama de opereta, donde Duende Jr., que es digno de cualquier espectáculo Red Bull Super X, es tan malo que provoca la ruptura de los dos tortolitos.
Y no me olvido de la mini historia Topher Grace, alias, parezco Justin Timberlake recién despedido de NSYNC. Me ponen colmillos desmontados, rajo como un villano de serie B en vez de arrasar la ciudad como un buen villano haría y doy razones de "peso" como que me siento humillado. No está furioso, es humillación. Es un buen motivo. Si lleva a sentirse odiado creo que echa Antrax en el agua.
Mientras tanto pues acabamos en una pelea de la WWF a 2 bandas y bandos: mientras tenemos al primo sucio de Merenguito y a un Venom de feria por un lado tenemos a un Spiderman que se siente deudor con Mary Jane (tiene que salvarla cuando ha sido ella quien ha roto: ah, sí, la moralina de la película, el caballero andante con armadura brillante que merece ser apaleado pero sabe que tiene que volver) y Harry "Sloth" Osborne, con bombas que le han desfigurado la cara pero tienen el poder de reventar, literalmente, un monstruo de cemento armado.
Amnesia guionística creo... claro, Harry la padece y el guionista también. El monstruo ha muerto, viva el monstruo. Ah, no, vuelve a aparecer de la nada. Mientras tanto, como en la realidad, la gente desde abajo observa. Y aplaude. Y no se van a sus casas. No, la gente está con Spiderman (o es morbo, no lo sé). Porque caen camiones, cascotes, hierros, explotan cosas, pueden haber heridos pero no... la gente está ahí. Son americanos, el dolor no existe. Todos somos Spiderman.
MacGuire, alias "cuando lloro cago pomelos", está realmente patético en esta entrega. Dunst, quien nunca me ha hecho especial gracia, aquí está de más y Franco pues ni fu ni fa. Villanos nulos, carisma cero y una historia que es realmente larga, muy larga, con muchísimas mini historias que en sí nada aportan y todo es a salto de mata. No se puede negar que algún efecto que otro tiene su gracia y que alguna escena de acción está medio bien resuelta (pero con muchos peros).
Que ninguna entrega como la segunda, vamos. Eso sí es Spiderman.